Ha pasado poco más de una semana desde que Charlene de Mónaco regresara al Principado tras varios meses en Sudáfrica. Una larga ausencia llena de rumores y especulaciones con los que el pasado 8 de noviembre la princesa y su marido, el príncipe Alberto, trataban de acabar. Pero la vuelta de la princesa no ha podido dar por zanjados los misterios que rodean a la larga ausencia de la exnadadora.
Recientemente, el Palacio Principesco de Mónaco hacía público un comunicado que no ha hecho más que aumentar la preocupación y los rumores en torno a la princesa.
“Sus Altezas Serenísimas han decidido que empieza un período de calma y descanso necesario para garantizar la mejor recuperación de la salud de la princesa Charlene. Teniendo en cuenta que ha luchado contra sus problemas de salud en los últimos meses, la Princesa está actualmente convaleciente y continuará haciéndolo durante las próximas semanas, dándole tiempo a recuperarse de un estado de profunda fatiga general. Proteger la comodidad y la privacidad es esencial para su recuperación, la ubicación de la princesa seguirá siendo estrictamente confidencial.”
Con estas palabras, los príncipes anuncian que Charlene estará alejada durante un tiempo sin determinar de la vida pública, por lo que, en contra de lo que se aseguró hace unas semanas, no estará presente en la Fiesta Nacional que se celebra el próximo 19 de noviembre. “Debido a esta situación, la pareja principesca lamenta anunciar que la princesa Charlene no podrá asistir a la Fiesta Nacional de este año ni a las celebraciones, junto a su familia y la gente de Mónaco. Tan pronto como ella se recupere, la Princesa espera poder llevar a cabo una vez más sus deberes junto al Príncipe y pasar tiempo con los monegascos.”
El misterio sobre la salud de la princesa Charlene
Como era de esperar, este comunicado suma un nuevo misterio a la vida de la princesa Charlene. Y es que, tal y como se ha asegurado, la salud de la exnadadora podría no estar tan bien como intentan mostrar. Hay que recordar que fue durante un viaje realizado el pasado mes de marzo a Sudáfrica, para participar en una campaña contra la caza furtiva, cuando Charlene sufrió una infección de oídos, nariz y garganta. Un cuadro que se complicó durante su estancia y la llevó a ser intervenida hasta en tres ocasiones.
Los rumores sobre su matrimonio continúan
Durante este tiempo, mucho se ha especulado sobre la salud de la princesa y sobre su matrimonio con el príncipe Alberto. La prensa internacional ha dejado entrever en varias ocasiones que el viaje de Charlene a Sudáfrica escondía una crisis en la pareja e incluso un inminente divorcio. Unos rumores que tras la llegada de la princesa a Mónaco no cesaron, e incluso se alimentaron.
Según ha publicado el diario británico Daily Mail, la cuñada de la princesa, Chantell Wittstock, esposa de uno de sus hermanos, asegura que Charlene no reside en el palacio junto a su familia. Al parecer, y según ha relatado al medio, la exnadadora se habría instalado en un pequeño apartamento situado a 300 metros de la residencia familiar, donde, según apuntan, ya vivía antes de su viaje a Sudáfrica.
El regreso de Charlene de Mónaco
Con este comunicado, el Palacio Principesco de Mónaco trata de evitar que los comentarios sobre la princesa dañen la imagen de la familia. “Durante este período temporal de descanso, la pareja principesca solicita amablemente que su privacidad y el entorno familiar sean muy respetados. La información sobre la salud de la Princesa se comunicará a su debido tiempo, antes de las vacaciones de Navidad”.
Tal y como informan, Charlene estará alejada de la vida pública hasta al menos las navidades, fecha en la que esperan volver a ver a la princesa rodeada de su familia. De hecho, ya son muchos los medios que apuntan a que la reaparición de la exnadadora podría tener lugar el próximo 15 de diciembre, fecha del tradicional encendido del árbol navideño del palacio.
A su llegada a Mónaco, el pasado 8 de noviembre, la princesa posó ante los medios junto a su marido, el príncipe Alberto, y sus dos hijos, los mellizos Jacques y Gabrielle. Un tierno y esperado reencuentro en el que muchos ya advirtieron el delicado y desmejorado aspecto de la princesa. Un detalle que el pueblo monegasco no ha pasado por alto, aumentando así la preocupación por Charlene.