Aseguran quienes la conocen que tiene un carácter peculiar, e incluso señalan que es la más parecida a su padre, el rey Juan Carlos. Sin embargo, la infanta Elena ha mostrado siempre, salvo algunas excepciones, su lado más amable, y ha sabido mantenerse en un discreto segundo plano. Algo que, como era de esperar, ha incrementado el interés por ella y su vida.
Alejada del ojo público y de los actos institucionales, la infanta Elena trata de pasar lo más desapercibida posible. Algo que no pueden decir sus dos hijos, Victoria Federica y Froilán, convertidos en los últimos años en el centro de la polémica. A sus 59 años recién cumplidos, la hija mayor del rey Juan Carlos y la reina Sofía vive discretamente convertida en uno de los miembros de la familia real que más interés despierta.
Tal vez por ello, la publicación de un nuevo libro sobre ella promete dar mucho de qué hablar. La periodista especializada en realeza, Núria Tiburcio, lanza al mundo editorial ‘Elena. La infanta castiza’, un libro que recoge diferentes aspectos sobre su vida como su complicado papel como madre, la preocupación por el ‘exilio’ de su padre en Abu Dabi y sus relaciones con algunos de los miembros de su familia.
Y precisamente la relación que mantuvo (y la que mantiene) con su cuñada, la reina Letizia, siempre ha sido muy comentada. Una relación que, aunque aseguran nunca fue íntima, fue empeorando con los años. Y es que, tal y como cuenta la autora y periodista de ‘Vanitatis’, y recoge el citado medio, fueron tres los detonantes que terminaron con esta relación.
Las tres ‘traiciones’ que la infanta Elena no pudo perdonar a la reina Letizia
Tal y como cuenta Núria Tiburcio en su libro, su relación con la reina Letizia no fue la más estrecha. De hecho, tal y como señala, “eran la noche y el día”. Tenían gustos diferentes, procedían de mundos distintos y tenían una forma de ver la vida, y la Corona, prácticamente opuestos.
En el capítulo ‘Y entonces llegó ella’, la periodista asegura que “Elena fue de las últimas de la familia directa en conocerla. Sabía cosas de ella por lo que le había contado su hermana, con la que parecía que se llevaba muy bien”.
Aun así, ambas hicieron por llevarse bien. A pesar de que para Letizia “aquellas personas vivían en una burbuja, sobre todo Elena. Cristina le parecía más mundana, más todoterreno. En cambio, la duquesa de Lugo tenía un carácter retraído que le costó descifrar. Pero era su familia política y se tenía que llevar bien con ella”.
Con los años, Letizia y Elena fueron acercando posiciones, compartiendo los preparativos de la boda o, años más tarde, del bautizo de la princesa Leonor, e incluso haciendo planes juntas. Pero esta tranquila relación terminó.
Según relata periodista, hubo tres momentos clave que terminaron con esta relación. El primero fue tras la publicación del libro ‘Adiós, princesa’, de David Rocasolano, primo de la reina Letizia, en el que desvelaba cómo la familia de la mujer del rey Felipe VI se burlaba de los Borbón. Algo que Tiburcio asegura: “Poco le importa a Elena lo que pensaran, pero no perdona una traición como aquella a unas personas a las que se le abrieron todas las puertas”.
Sin duda, el segundo motivo fue de lo más doloroso para la infanta Elena. Y, según apunta, ocurrió tras la separación de la hija de los reyes eméritos de Jaime de Marichalar, con quien la reina Letizia mantenía una muy buena amistad.
Al parecer, el padre de Victoria Federica y Froilán ha sido siempre un gran apoyo para la Reina desde que esta llegara a la familia real. Así, ambos han se profesan un cariño y aprecio mutuo, que no desapareció tras la separación de los por entonces duques de Lugo.
Según relata la autora, “la esposa de don Felipe se convirtió en un baluarte de Jaime, en aquel momento roto por el ‘cese temporal de su convivencia’. Ambos sabían lo que era formar parte de la familia Borbón, y se entendían mejor que nadie”. Sin embargo esta gran amistad fue para la infanta Elena, “la gota que colmó el vaso”.
Pero según relata ‘Vanitatis’, para Núria Tiburcio todavía hubo un tercer momento clave en el distanciamiento entre la infanta Elena y la reina Letizia: el desencuentro entre la mujer de Felipe VI y la reina Sofía a las puertas de la catedral de Palma de Mallorca en 2018. “Tras aquel momento, que Elena no olvida, sus encuentros con su cuñada han sido contados. Apartada de la agenda real, no coincide nunca con ella, ni siquiera cuando visita la Zarzuela para ver a su madre o para practicar equitación”.
Iñaki Urdangarin, la traición más dolorosa para la infanta Elena
Puede que estas situaciones dinamitaran la relación entre la infanta Elena y la reina Letizia, pero parece que ha habido una traición aún mayor para la primogénita de los reyes Eméritos. La cometida por Iñaki Urdangarin.
Según relata la autora en ‘Elena. La infanta castiza’, la deslealtad del exjugador de balonmano con Ainhoa Armentia fue un duro golpe no solo para la infanta Cristina, también para Elena. Y es que al parecer, era conocedora del mal momento por el que pasaba la relación de su hermana y su por entonces marido, aunque siempre confió en que pudieran arreglar su situación.
Sin embargo, la aparición de las fotos de Iñaki Urdangarin con su por entonces compañera de trabajo, supuso una traición para la infanta Elena: “Ella, que siempre estuvo ahí para él, se siente traicionada. De hecho, no quiere ni mencionar su nombre. Para ella es como si no existiera”.