La actriz Mónica Cruz vive tiempos de cambio. Tanto a nivel personal como social. En el terreno personal, acaba de perder su último trabajo ‘Top dance’, cancelado en Antena 3 por baja audiencia. “Esto de la tele es así, es un mundo aparte y no depende de uno. Cambiar el programa de día no ayudó. Y es una pena, sobre todo por los bailarines. No les vi porque fue todo de repente pero sé que estaban preparando para cada gala muchas coreografías en muy poco tiempo, eran tres o cuatro coreografías por semana. Con ese trabajo y esa ilusión, que se corte, es una pena. Pero bueno, por otra parte eso es parte de nuestra profesión, ahora sí, ahora no. Es parte del viaje”, nos empieza contando.
Y ha querido añadir: “Nuestra carrera es así. Hay cosas que van, que vienen, que dura más o menos. Y ahora estoy empezando a retomar el cine, a otro ritmo”.
De hecho, la artista que empezó hace más de 13 años con ‘Un paso adelante’ reconoce que fue la serie que la dio a conocer, que le introdujo en este mundo, y por tanto, “lo que más ilusión me haría sería volver a hacer alguna serie de televisión”.
Pero ahora, Mónica es madre antes que nada, y como madre, este mismo sábado celebra el tercer cumpleaños de su hija Antonella. “Este año toca fiesta de dinosaurios”, reconoce.
“Que empiecen a hacer dibujos animados con diferentes tipos de familia”
Más reivindicativa es cuando le planteamos el debate de buscarle una novia a Elsa, la protagonista de la película de Disney, ‘Frozen’, para su segunda parte. Un debate que ha caldeado Internet en estos últimos días. “Estaría muy bien que ya empezaran a hacer dibujos animados con diferentes tipos de familia. No solo en eso, que por ejemplo veamos a una niña china con una madre rubia. Esas cosas están ahí, en la sociedad. Y eso ayudaría mucho a que muchos niños no se sientan diferentes cuando se juntan entre ellos. Estoy muy a favor de abrir la mente”, admite.
Pero su siguiente reto, para con su hija, es buscarle colegio. “Lo más importante pensando en un futuro, es que sea un cole bilingüe. Pero lo más importante, que mi hija sea niña. Que salga a las cinco de la tarde y tenga tiempo para ir al parque a trepar por un árbol. Que sea libre y que si tienes un familiar artista no te hagan el raro del grupo como me pasó a mí. Pero, sobre todo, que tenga aire y se oxigene. Tengo amigas con hijos de siete y ocho años que los hijos no pueden ir al parque por exceso de deberes”, afirma.
Con ayuda de su madre y de “una chica los fines de semana”, Mónica busca el equilibro entre la maternidad y el trabajo. Admite que le ha dejado de dar el pecho a Antonella “hace solo una semana” y apuesta por los nutrientes de la leche materna todo lo que sea necesario. “Es salud para la niña y para la madre”.
De su padre, se va a cumplir un año de su muerte, y admite que aún “es duro”, pero para Cruz lo más importante “es mi hija. Cuando ella me sonríe se me quita todo, y le sigo hablando de mi padre, para que no se pierda su recuerdo”, ha concluido.