Los países del sur de Europa comienzan la carrera por recuperar el turismo este verano, una actividad que aporta más del 10% de la riqueza a sus economías y que se encuentra completamente suspendida por la limitación de los desplazamientos dentro y fuera de sus fronteras para controlar la evolución de la covid-19. Tras superar los últimos coletazos de la pandemia, España tendrá que competir contra viejos rivales turísticos como Italia, Grecia y Portugal por los viajeros comunitarios que suelen visitarnos -principalmente británicos y alemanes-, y lo cierto es que se está quedando atrás.
Los mercados vacacionales se juegan alrededor de 190.000 millones de euros, que es lo que gastan de media los residentes de la Unión Europa en sus viajes entre los meses de junio y agosto, tal y como informó Vozpópuli hace días. Estos ingresos serán especialmente importantes en un año en el que el turismo 'de calidad', denominado así por el elevado gasto de sus residentes en los viajes -procedentes sobre todo de Estados Unidos, Canadá, Asia y Rusia- tardará meses en llegar.
Además, los mercados europeos siguen siendo la principal fuente de turistas para nuestro país. Sólo Reino Unido, Alemania y Francia suman más del 50% de los turistas que llegan a España en verano, aportando cerca de cinco millones de personas al mes. Y hay zonas concretas en las que la dependencia de los turistas procedentes de estos países es casi total durante la temporada estival: el 91% de los turistas que visitan Baleares en verano son extranjeros, en Canarias el 70%, en la Costa Blanca el 60% y en la Costa del Sol y Andalucía alrededor del 50%.
Sin embargo, el Gobierno sigue sin concretar una fecha a partir de la cual podrán visitar España y aguarda una respuesta europea “coordinada", algo que desde el sector creen que deja al país en clara desventaja. Italia ya ha anunciado a los turistas europeos que será la primera en arrancar este mismo 3 de junio sin necesidad de guardar cuarentenas, una obligatoriedad que en España está vigente desde la semana pasada para todos los viajeros que aterricen en España y "mientras dure el estado de alarma".
Italia acelera para motivar el turismo
La realidad de la situación en nuestro país es que después de ser uno de los más afectados por la epidemia, parece que hemos logrado controlarla, con menos de 100 casos diarios desde hace varios días. No obstante, al Gobierno central le da miedo que se produzca un rebrote. Como consecuencia, nuestro país está llevando a cabo una de las cuarentenas más restrictivas de todo Europa, donde muchos países del Mediterráneo están apostando por acelerar la salida del confinamiento en un intento por lograr reactivar el motor del turismo. Mediante el sistema de fases que ha establecido el Gobierno, en el cual cada provincia tiene que pasar al menos 14 días en una misma etapa, la vuelta a la 'nueva normalidad' de todo el país tendrá que esperar a finales de junio.
Italia, por ejemplo, puso en marcha un proceso de desescalada similar al nuestro, en el que también plantó un sistema de fases. No obstante, a pesar de tener más de 32.000 fallecidos y una media de contagios diarios todavía por encima de los 100, el Gobierno de Giuseppe Conte ha dado un importante giro de guión y ha pisado el acelerador para poder abrir el país al turismo antes de lo que tenía planeado.
De esta forma, según apuntó el propio Conte en un discurso, optan por asumir "un riesgo controlado" abrir el país al turismo, si bien en algunas de las zonas más afectadas por la epidemia como Lombardía, todavía están cerradas. El 3 de junio, además de la entrada de viajeros extranjeros, también volverá la movilidad entre provincias dentro del país, con lo que esperan motivar el turismo nacional.
Grecia saca pecho ante sus pocos casos
No obstante, otros mercados mediterráneos contra los que España lleva años peleando también restan incertidumbre al anunciar la fecha en la que levantarán las restricciones. Es el caso de Grecia, con una oferta de 'sol y playa' también atractiva para los europeos y uno de los países de Europa menos afectados por la pandemia. Este país asegura que recibirá vuelos internacionales desde el 1 de julio, sin cuarentena y estableciendo medidas de seguridad como que los viajeros dispongan de documentos que acrediten que no están contagiados y hacer controles de temperatura.
La realidad es que Grecia está mucho mejor posicionada epidemiológicamente que España o Italia hasta tal punto que su baja tasa de contagios se ha convertido en su mejor reclamo de cara al turismo. Con unos 170 fallecidos y menos de 2.800 casos, el país apenas ha sufrido la enfermedad al compararlo con sus vecinos mediterráneos, gracias a que tomó medidas preventivas mucho antes. Como medida de prudencia, el primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, esperará aún más que Conte para abrir sus fronteras al turismo extranjero. A nivel nacional, los hoteles ya abrirán el 15 de junio para recibir a los primeros turistas.
Portugal, también resulta una amenaza para España, pues si bien no ha concretado cuándo se abrirá al turismo extranjero, cuenta con una importante contención del coronavirus y no impone confinamientos. El Gobierno del primer ministro portugués, Antonio Costa, ha sido también alabado por ser uno de los más eficientes a la hora de gestionar la pandemia, ya que impuso las primeras medidas de cuarentena cuando no tenía ni un sólo fallecido, al ver la situación en España.
A día de hoy, el país cuenta con unos 1.280 fallecimientos por culpa del brote, pero por lo general sus autoridades sanitarias dan por controlada la epidemia y se están preparando para abrir sus playas a principios de junio. Además, igual que Grecia, negocia ya con Reino Unido una exención de las cuarentenas obligatorias tras las vacaciones para aquellos que hayan visitado ambos países, en el marco de las restricciones que ha aprobado el Ejecutivo de Boris Johnson, de tal manera que resultarían destinos especialmente atractivos para los británicos.
Por otro lado, el Gobierno alemán prevé levantar la recomendación general contra los viajes a cualquier país del mundo el 15 de junio y espera poder consensuar con sus socios europeos las condiciones necesarias para la activación del turismo. Así las cosas, con turistas preparados para disfrutar de sus vacaciones y algunos países abriendo sus puertas, los operadores de viajes, aerolíneas y hoteles calientan motores. Es el caso de la cadena española Meliá, que ha empezado a abrir hoteles en Portugal o Italia, pero todavía no lo ha hecho en España, aunque el Gobierno lo permite desde la fase 1.
"A un mes y medio de julio hay muchas incógnitas en España y los turistas ya están reservando sus vacaciones de verano. Mayo y junio están prácticamente perdidos pero si nos quedamos como el último de la fila, perderemos el mes de julio", advierte José Luis Zoreda, vicepresidente de la patronal turística Exceltur en conversaciones con Vozpópuli. "Hay que mandar mensajes potentes, dar una fecha clara y levantar la veda. No podemos esperar a que el promedio nacional sea uniforme para empezar a viajar y no hay que tener en cuenta las nacionalidades, sino las condiciones epidemiológicas de cada zona para restablecer las conexiones", sentencia.