Arranca el calendario de la Oferta Pública de Adquisición (OPA) de IFM sobre Naturgy. Este viernes, el fondo australiano notificó la operación a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y los plazos a cumplir por el supervisor de los mercados han empezado a correr.
En la documentación remitida a la CNMV, IFM detalla que ha constituido dos avales otorgados por BNP Paribas, el gran financiador de esta operación. El primero está valorado en 3.260 millones y el segundo en 1.800 millones. En total, 5.060 millones de euros por el 22,6% de Naturgy.
Esos 1.800 millones son los que posteriormente se van a sindicar en un préstamo con unas pocas entidades bancarias. Según explican las fuentes consultadas por Vozpópuli, la idea es sindicar el préstamo entre un número reducido de entidades entre las que destaca Santander, seguida de Caixabank y, algo más lejos, BBVA. Como apuntó recientemente Cinco Días, la españolidad de los bancos es un detalle relevante para revestir el deal.
La operación divide al Gobierno
Tras registrar la oferta en la CNMV, el supervisor que encabeza Rodrigo Buenaventura tiene un plazo de diez días para admitirla a trámite. Después, se abre un nuevo plazo de veinte días (que puede ser prorrogado) para validar la oferta. Este análisis puede ser efectuado internamente por el organismo mientras espera a que el Consejo de Ministros autorice la operación formalmente. Tras el ‘sí’ del Ejecutivo, la CNMV podrá dar luz verde de forma oficial.
Los documentos remitidos a la CNMV incluyen las autorizaciones del Tesoro de Australia y de la Comisión de Seguros de Luxemburgo y el informe de valoración independiente que, como desveló este diario, está firmado por Duff & Phelps.
Mientras avanzan los trámites, Naturgy sigue analizando los términos, aunque todavía no tiene la obligación de pronunciarse sobre los términos de la oferta. La energética que preside Francisco Reynés ha fichado a Citi y a Freshfields para asesorarles en el proceso. IFM, por su parte, se ha puesto en manos de Linklaters, Credit Suisse y el propio BNP, que a su vez cuenta con el apoyo de Allen & Overy.