Los peores temores de Renfe en relación con la apertura del mercado de transporte de pasajeros por vía férrea se confirman. El operador público francés SNCF formará parte de los grupos que lucharán por competir con la compañía española en un sector hasta ahora reservado en exclusiva para Renfe, que también está dando sus primeros pasos para convertirse en operador en el exterior. La compañía gala ultima la creación de una sociedad radicada en España con el fin de obtener la correspondiente licencia y el resto de los trámites a tiempo para cuando se ponga en marcha la liberalización.
Hasta el momento, SNCF figuraba como inscrito en el Registro Especial Ferroviario creado por Adif, aunque como sociedad que poseía licencia en otro estado miembro de la Unión Europea y poseía el certificado de seguridad. En la misma situación se encuentra la portuguesa Medway aunque, en su caso, con licencia emitida en el país luso para transporte de mercancías.
La operadora ferroviaria francesa llevará a cabo los pasos para obtener la correspondiente licencia en España a través de una filial de nueva creación, denominada Rielsfera y radicada en territorio español, que controlará en su totalidad. La nueva sociedad se unirá en los próximos meses a las 15 empresas que ya disponen tanto de la licencia como del certificado de seguridad para operar en el sector de transporte de pasajeros.
La última empresa en convertirse en potencial competidor de Renfe ha sido Motion Rail, controlada por el fabricante ferroviario Talgo. Su competidor CAF también dispone de licencia y certificado de seguridad, en este caso tanto en el sector de pasajeros como de mercancías.
Un gigante mundial
Precisamente, la posibilidad de que empresas públicas de otros países aprovecharan la liberalización del transporte de pasajeros para entrar a operar en España era uno de los problemas que se avistaban desde las filas de Renfe, toda vez que frente a ellas no contaría con la ventaja de la experiencia y el conocimiento del mercado.
SNCF es una de las mayores empresas mundiales del mercado ferroviario, con unas cifras de ingresos que superan los 33.000 millones de euros y de beneficios en torno a los 1.250 millones de euros. El volumen global de su plantilla es de aproximadamente 150.000 trabajadores.
La liberalización del transporte de viajeros por vía férrea será un hecho a partir de 2020, fecha límite para la implementación en los estados miembros del llamado cuarto paquete ferroviario comunitario. Tanto España como Francia forman parte del extenso grupo de países que se han acogido a la prórroga prevista para abrir el mercado un año más tarde de lo inicialmente previsto, 2019.
Renfe mira al exterior
Ante la futura llegada de competencia en el sector del transporte de pasajeros, Renfe ha profundizado en sus planes para internacionalizar su negocio. Así, a finales del pasado año un consorcio coliderado con la también pública Adif se hizo con un contrato para el proyecto de línea de alta velocidad Houston-Dallas, en EEUU.
Renfe también opta a lograr licencias para ser operador ferroviario en Reino Unido, un mercado liberalizado hace mucho tiempo y en el que ya trabajan empresas como Ferrovial y National Express, participada por la familia Cosmen.
En paralelo, Renfe podría empezar a tener competencia con antelación en la línea Madrid-Montpellier, para la que la sociedad Ilsa, sociedad de los dueños de Air Nostrum cuyo control tomará Acciona, ya dispone de una licencia de operador desde el pasado año. Las líneas férreas transnacionales ya se encuentran liberalizadas por lo que no tendría que esperar al año 2020.
