Si el consumo de energía se ha considerado siempre como el medidor más fiable para evaluar el grado de actividad económica en una huelga general, la convocada hoy por los sindicatos no se puede decir que esté siendo un éxito. La demanda de energía eléctrica se situaba a las 18.00 horas en 24.764 megavatios, un 15,9% por debajo de los 29.441 megavatios previstos por Red Eléctrica de España (REE), según datos del gestor técnico del sistema.
En la huelga general del 29 de septiembre de 2010, la reducción media del consumo eléctrico respecto a la previsión realizada por REE a esta hora fue del 14%, mientras que en el paro general del 20 de junio de 2002, el descenso medio de la demanda en relación a lo previsto se elevó al 20,5%.
El País Vasco salva el inicio de la jornada de huelga
El consumo de electricidad a las 9 de la mañana registraba una caída del 21% con respecto a una jornada laboral normal, y hubiera sido aún más bajo de no ser por el notable éxito que la convocatoria ha tenido en el País Vasco, donde el consumo de energía, según fuentes de Iberdrola, se ha reducido en un 51% gracias al apoyo de los sindicatos nacionalistas a la huelga decretada por CCOO y UGT.
Ese 21% es claramente inferior al registrado durante la huelga general que los sindicatos convocaron el 20 de Junio de 2002 contra la reforma laboral intentada por el Gobierno Aznar, que fue del 25%, y es solo ligeramente superior a la convocada contra el Gobierno Zapatero, donde la caída estuvo en el entorno del 19%. Como norma general, parece que la convocatoria ha tenido un cierto éxito en las zonas industriales del País Vasco, y en menor medida en Barcelona y Valencia, mientras que ha pasado casi desapercibida en el sector servicios y en las zonas urbanas.
Al contrario de lo que ocurrió en la convocatoria de huelga general patrocinada por CCOO y UGT contra la reforma Zapatero, esta vez los dos sindicatos nacionalistas del País Vasco, ELA-STV y LAB, han decidido apoyar la convocatoria, lo que se ha traducido en aquella caída del consumo, consecuencia de la paralización de la siderurgia y el metal en el País Vasco. Ese 51% ha enmascarado al alza las cifras de consumo de energía del resto del país, que sin lo ocurrido en el País Vasco hubieran estado por debajo del 21% citado. En Madrid, por ejemplo, el descenso del consumo eléctrico se cifraba en el 14%, según Iberdrola.
Los sindicatos nacionalistas ELA y LAB han conseguido parar el acer (Aristrain, Sidenor, Tubacex, Mercedes en Vitoria y Volkswagen cerca de Pamplona) mientras Comisiones Obreras y UGT no han tenido el mismo éxito al intentar frenar la actividad de Renault en Valladolid y Ford en Almusafes (Valencia).