La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) considera que corresponde aplicar a las pensiones la subida del 0,25% aprobado para 2017 y apunta a que, sin medidas adicionales, esa subida mínima garantizada por ley será la que se aplique, al menos, hasta 2022.
Esta senda conllevaría una pérdida de poder adquisitivo de los pensionistas del 7% hasta 2022, han recordado fuentes de la AIReF, que han aplaudido el ejercicio de transparencia hecho por el Gobierno a la hora de facilitar información sobre la aplicación de ese Índice de Revalorización de las Pensiones (IRP) en este ejercicio.
En un informe presentado hoy, la AIReF también señala que, sin ese suelo del 0,25%, las cuentas del sistema arrojarían una bajada del 2,96% en las pensiones en 2017 teniendo en cuenta las previsiones de ingresos y gastos del sistema de la Seguridad Social.
Con las previsiones de la AIReF, esa bajada se situaría en el 3,5 % y aplicando algunas correcciones al sistema de cálculo que fija la ley, en el 2,92 %.
Las diferencias, han explicado fuentes de la AIReF, radican en las distintas proyecciones de ingresos y gastos que sirven de base para estos cálculos en aras de mantener la sostenibilidad del sistema de pensiones.
Así, la Seguridad Social prevé un incremento promedio de los ingresos del 4 % en el periodo 2017-2022, mientras que la AIReF rebaja tres décimas esa previsión, al 3,7 %.
Para este año, fuentes de la AIReF señalan que la diferencia de ingresos entre lo previsto por la Seguridad Social, con un alza del 6,8 %, y sus previsiones, con una subida del 4,3 %, supone unos 2.000 millones.
Así, ve "muy improbables" los ingresos en la primera parte del periodo y es más optimista a partir de 2020 aunque aún los considera "improbables".
En el capítulo de gastos, la Seguridad Social prevé un incremento promedio del 2,7 % para el mismo periodo, que la AIReF eleva al 2,9 %.
Con estas divergencias, el Gobierno sitúa en el 1,1 % el déficit del sistema hasta 2022 y AIReF lo pone en el 1,4 %, tres décimas por encima.
Al detalle de este año, las mismas fuentes señalan que el Gobierno sitúa ese déficit en el 1,4 %, mientras que ellos lo elevan al 1,7 %, y en el 1,3 % para 2018 mientras que la AIReF lo ve en el 1,6 %.
Con esta senda, la aplicación del IRP termina conduciendo a esa subida mínima del 0,25 % para todo el periodo analizado, es decir, como mínimo, hasta 2022 donde las cuentas aún no habrían el alcanzado equilibrio necesario para que deje de regir esa regla.
Fuentes de la AIReF también han apuntado hoy que, sin esa aplicación del 0,25 %, el sistema podría alcanzar el equilibrio algo antes, precisamente en ese año 2022.
