La producción de vehículos en la planta valenciana de Ford afronta, en principio, tres jornadas de ERTE en las tres semanas restantes de junio. Se trata de un mes clave pues a finales se sabrá si la multinacional asigna a la planta la fabricación de los dos vehículos de su nueva generación de eléctricos.
Será a finales de junio cuando la compañía dará a conocer si será la factoría de Almussafes (Valencia) o la alemana Saarlouis la elegida para albergar la nueva carga de trabajo, después de que cada una haya presentado sus propuestas. El objetivo: intentar convencer a la dirección de que debe ser la beneficiaria de esta elección.
En el caso de la planta valenciana, la extensión del expediente de regulación temporal de empleo ha alargado los días de no producción hasta finales de julio para adaptar la producción a la situación de falta de suministros y a los problemas en el tráfico marítimo, tras agotar prácticamente las jornadas que se aprobaron para este ERTE del segundo trimestre.
Esta semana, el ERTE se aplicará el viernes 17 en la planta de vehículos y también en montaje de motores -en esta se aplicó ayer lunes- y los lunes 20 y 27, según el calendario actualizado, que también refleja días de ERTE en motores y mecanizados. En estos momentos, la planta valenciana fabrica 2.200 motores y unos 1.400 coches diarios, que se reparten en los modelos Kuga (887 al día, más de la mitad de la producción), Transit Connect (405), S-Max (72) y Galaxy (36).
En marzo dejó de fabricar el Mondeo y a finales de año sucederá lo mismo con la Transit destinada al mercado norteamericano y, posteriormente, ya en 2023, la dirigida a Europa. Los modelos Galaxy y S-Max se fabricarán hasta marzo de 2024, lo que implicaría que a partir de ese momento la factoría de Almusssafes se quedara con la producción de un solo modelo, el Kuga.
Pendientes de los eléctricos
Por ello, la asignación de los nuevos modelos eléctricos salvaguardaría el futuro de la planta valenciana, pues de quedarse con un solo modelo en poco más de año y medio, el Kuga, sería complicado mantener la actual infraestructura de Almussafes.
El presidente de Ford Europa, Stuart Rowley, ya señaló en un comunicado a los trabajadores el pasado mes de de mayo que la decisión que se anunciará a finales de este mes, dejando caer que la no asignación de la nueva generación de eléctricos no supondría una decisión de cierre y que se buscarían futuras oportunidades para ella, pero en Almussafes se vive esta decisión como trascendental para asegurar el futuro de los miles de trabajadores.
Ford anunció que fabricará nueve vehículos eléctricos nuevos en Europa a partir de 2024 y planea vender más de 600.000 vehículos eléctricos en este continente solo dos años más tarde. Para tratar de asegurarse algunos de esos nuevos modelos, la factoría de Almussafes firmó un acuerdo -entre UGT y la dirección de Ford Europa- a cinco años, basado en salarios y flexibilidad y condicionado a que se asigne a Valencia la plataforma eléctrica.
La ministra de Industria, Reyes Maroto, manifestó días atrás que la oferta española para albergar en Almussafes (Valencia) la producción en Europa de vehículos eléctricos de Ford es "una oferta ganadora". "Espero que muy pronto podamos hacer público que hay un acuerdo con Ford que permita financiar esas importantes inversiones", ha dicho Maroto, que se ha reunido con el Clúster de la Automoción de la Comunitat Valenciana (AVIA).
Una financiación que llegaría de la mano de los fondos del Perte que empezarán a liberarse a finales de año. "Para nosotros es vital que se refuercen las inversiones en la planta de Ford, es un planta vital para traccionar todo el ecosistema que hay en Almussafes y en la Comunidad Valenciana, y espero que pronto podamos tener noticias porque estamos trabajando de la mano de ellos y con los interlocutores que son los decisores en Europa y en Estados Unidos", ha subrayado.
