¿Inquieto por la situación política y económica actual en España? Piense entonces cómo deben sentirse en Argentina, Chile, Perú, Bolivia, Colombia o Venezuela.
Si ahora hay asociaciones empresariales que advierten de que la inversión extranjera puede volar del mercado español dados los pactos de Gobierno dibujados, o el conflicto en Cataluña, es lícito preguntarse si, dado el panorama actual en Latinoamérica, es momento de que las multinacionales españolas presentes en la región se planteen una salida ordenada del continente.
Entre finales del siglo XX y principios del actual se habló del nuevo colonialismo español, de la llegada de los descendientes de Hernán Cortés a Latinoamérica, en referencia al fabuloso desembarco que protagonizaron las grandes compañías españolas en la zona, muchas de ellas surgidas de los procesos de privatización de las empresas públicas llevados a cabo durante los Gobiernos de Felipe González y José María Aznar.
América Latina ha sido la región emergente donde más se han revisado a la baja las previsiones, advierte Banco de España
En 1999 Repsol lanzó una OPA sobre la argentina YPF valorada en más de dos billones de pesetas. Entre 2003 y 2004 Telefónica adquirió los activos en Latinoamérica de la estadounidense BellSouth, por 4.730 millones de euros. Otras multinacionales como Endesa, Iberia, Ferrovial, OHL, Mapfre, Santander o BBVA también potenciaron su expansión en países de la región por aquellos años.
En los últimos meses, las últimas semanas, la comunicación entre los ejecutivos de las compañías españolas en Latinoamérica con la dirección en España es constante dada la incendiaria situación que vive la zona.
Argentina afronta el próximo año el vencimiento de 52.000 millones de deuda sumido en una profunda crisis económica, con un nuevo Gobierno peronista.
Chile, 'el país más europeo de Latinoamérica', vive una ola de protestas que ya se han cobrado 23 muertos.
En Bolivia el que fuera presidente entre 2006 y el pasado mes de noviembre, Evo Morales, ha tenido que huir a México bajo fuertes sospechas de fraude electoral; se cuentan ya 35 víctimas mortales por las protestas.
'Te quiero pero ya no tanto', ha venido a decir Álvarez-Pallete a la hora de anunciar la segregación del negocio de Telefónica en Latinoamérica
El alcalde de Bogotá decretó hace una semana el toque de queda para contener los disturbios y saqueos registrados tras una protesta masiva contra el Gobierno de Colombia presidido por Iván Duque.
Perú vive una crisis constitucional después de que el pasado 30 de septiembre el presidente Martín Vizcarra disolviera el Congreso. En Venezuela el escenario roza el belicismo.
¿Hay que salir cuanto antes o merece la pena resistir?
Telefónica enseña el camino
El miércoles Telefónica comunicó una reestructuración de su organización en la que ha sido la decisión más trascendental tomada hasta el momento por José María Álvarez-Pallete desde que este fuera designado presidente del grupo, en abril de 2016.
Como el novio que trata de romper con su pareja de la forma menos dolorosa posible, Álvarez Pallete anunció la segregación del negocio en Latinoamérica de la compañía. 'Te quiero mucho, pero ya no tanto', vino a decir.
América Latina no sería la región más afectada por las tensiones comerciales
"La historia de nuestra compañía no se entiende sin la apuesta desde hace 30 años por Latinoamérica, que ha hecho de Telefónica una compañía mejor. Siempre hemos mostrado un fuerte compromiso por la región, incluso en sus momentos más difíciles", expresó Álvarez-Pallete.
"Nuestras operaciones en Latinoamérica eran hasta hace unos años el motor de crecimiento de la compañía. Sin embargo, las condiciones particulares en estos mercados han impactado en la evolución de los negocios, mermando su contribución en los últimos años por distintos motivos y a pesar de los enormes esfuerzos de los equipos locales, que siempre han mostrado un fuerte compromiso", dijo.
La compañía española prevé aumentar sus ingresos en 2.000 millones de euros con las medidas anunciadas el miércoles, la misma cantidad que, como ha publicado este diario, ha dejado de facturar en Latinoamérica en la última década.
Perspectivas económicas
El pasado 21 de noviembre el Director General de Economía y Estadística del Banco de España, Óscar Arce, presentó en la Casa de América, en Madrid, el Informe de Economía Latinoamericana, segundo semestre de 2019. Las perspectivas del estudio no son muy halagüeñas.
"América Latina ha sido la región emergente con peor desempeño y donde más se han revisado a la baja las previsiones", dice el informe. "Se espera que el crecimiento termine este año 2019 en registros inferiores a los de 2018 y a los del resto de áreas emergentes y avanzadas", añade. "El espacio fiscal es reducido y existe preocupación por la sostenibilidad de las finanzas públicas en algunos países", destaca entre otras advertencias.
"En Latinoamérica las cosas cuando parecen que van bien, no van tan bien, y cuando parece que van mal, no es para tanto", dice el expresidente de una multinacional española
El informe contiene también algunos mensajes esperanzadores. "Las tensiones comerciales globales han afectado a América Latina, aunque menos que a otras regiones", afirma. "Las condiciones financieras siguen siendo relativamente favorables, gracias a las políticas monetarias expansivas", indica. "En 2020, se proyecta un repunte del crecimiento, basado en la política monetaria expansiva y la esperada moderación de las tensiones políticas internas y comerciales", pronostica.
Por tanto, dadas las olas de protestas que recorren los países de la región, las poco favorables perspectivas económicas, y la desestabilización política ¿es momento de salir corriendo? "No lo creo", dice el expresidente de una multinacional española que allá por los primeros años ochenta del pasado siglo expandió el negocio de su compañía por Latinoamérica.
"Para España siempre va a tener sentido que sus compañías tengan presencia en la zona", afirma. "Dejar la región sería situarse en el cortoplacismo, sería un error", considera. Y subraya que la región se verá beneficiada por la guerra comercial entre Estados Unidos y China: el gigante asiático trasladará las compras de materias primas del mercado estadounidense al latinoamericano.
"En Latinoamérica, cuando las cosas parece que van bien, no van tan bien, y cuando parece que van mal, no es para tanto", sentencia.