Víctor del Pozo es conocido por el gran público por haberse convertido en octubre de 2017, junto a Jesús Nuño de la Rosa, en el primer consejero delegado de la historia de El Corte Inglés. Aunque en su círculo más cercano también es aplaudido por su gran habilidad con la magia. Porque el ejecutivo de la cadena de grandes almacenes es mago, "un gran mago que podría dedicarse a ello de manera profesional", destacan sus conocidos. Unos trucos de cartas que en estos dos últimos años compatibiliza con la búsqueda de un nuevo encaje para las filiales de El Corte Inglés.
Tras cerrar la venta de Informática, su siguiente objetivo es conseguir inversores para Viajes El Corte Inglés. Según explican fuentes cercanas a Vozpópuli, Víctor del Pozo ya le ha comunicado en varias ocasiones a la presidenta Marta Álvarez la idoneidad de encontrar un comprador para su segunda división en lo que a ingresos se refiere. Una operación, que según detallan estas fuentes, planea por el consejo de administración y se espera que tome forma durante 2020.
Víctor del Pozo necesitará sacarse un conejo de la chistera para materializar esta operación. Viajes El Corte Inglés lidera el sector de las agencias viajes, un negocio en España que ofrece síntomas de debilidad tras la fusión del segundo (Barceló) y el tercero (Globalia). Además, este negocio tiene la mayoría de su red de puntos de venta dentro de los grandes almacenes del grupo. A favor, la compañía tiene un buen posicionamiento en los rentables viajes corporativos y esto le permite alcanzar los 2.700 millones de euros anuales en ventas.
La compañía tiene un buen posicionamiento en los rentables viajes corporativos y esto le permite alcanzar los 2.700 millones de euros anuales en ventas
Esta operación generaría, según las cifras que se manejan de forma interna, cerca de 500 millones a El Corte Inglés y permitirá quitar más lastre a la mochila de deuda de 3.100 millones con la que carga la compañía. Este es el principal objetivo de Víctor del Pozo desde su puesta en escena como CEO para conseguir el ansiado guiño de las agencias de rating. Una hoja de ruta que también ha marcado la operación que publicaba esta semana el diario Expansión de la venta de Informática al fondo qatarí GFI por más de 300 millones de euros.
En febrero de este mismo año, meses antes del nombramiento de Marta Álvarez como presidenta, Del Pozo también lideró la venta al grupo holandés GrandVision de su marca Óptica2000, el cuarto minorista óptico más grande del mercado español. El Corte Inglés explicaba en ese momento que el acuerdo suponía "un paso más" dentro de su política de especialización. Este interés de los inversores por sus filiales compensa el escaso apetito por su plan de venta de activos inmobiliarios, un proceso que está en 'stand by' .
Magia con los números
Las personas cercanas a Víctor del Pozo destacan del CEO de El Corte Inglés que su éxito con los trucos de cartas se produce por tener "una mente privilegiada", sobre todo, para los números. Una virtud que le ha facilitado llegar a lo más alto de la empresa en la que trabajó su padre y a la que él ha dedicado más de media vida. Y las cuentas ahora no le salen con su principal línea de negocio, el retail. El pilar de El Corte Inglés se ha enfriado y su dirección apuesta por integrar en esta 'gran olla' otras divisiones que animen el balance.
Sfera será el siguiente ejemplo de este proceso. Como adelantó Vozpópuli, el grupo ya ha puesto en marcha la fusión por absorción de su cadena de moda. Víctor del Pozo fue el encargado de comunicarle a los principales responsables de su filial esta decisión y ahora el consejo de administración que preside Marta Álvarez deberá ratificarlo. Esta apuesta que, además de reforzar reforzar las cuentas del negocio de sus grandes almacenes, será otro paso en el ajuste de costes.
La integración de Sfera se puso en marcha en el mes de septiembre, tras aprobar pocos días antes en la junta de accionistas la fusión de Bricor y dos años después de la integración societaria de Hipercor en El Corte Inglés. Estas operaciones evidencian que, con diferentes estrategias de ilusionismo, el truco final de Víctor del Pozo es hacer desaparecer sus filiales.