BBVA ha pasado de cero a cien en la desinversión de activos tóxicos en apenas unos pocos meses. La entidad presidida por Francisco González ha pasado de ser casi una desconocida en este mercado a cerrar dos carteras de 600 millones en las últimas semanas y sacar otra del mismo importe al mercado. Se trata del Proyecto Jaipur, con el que BBVA quiere traspasar a los fondos oportunistas 600 millones en créditos problemáticos ligados a promociones inmobiliarios, entre los que hay un tercio de obra en curso, según fuentes financieras consultadas por Vozpópuli. Supone la mayor cartera puesta hasta en el mercado por la entidad, en la que le asesora PwC.
Este cambio de estrategia implica que el grupo financiero cree que ha llegado el momento de acelerar la salida del mercado inmobiliario, al que todavía tiene una exposición de 22.000 millones de euros.
El impulso a la venta de carteras ha coincidido con la reestructuración del área, que ha pasado a depender de Javier Rodríguez Soler, director de Estrategia y M&A. Los anteriores responsables, Pedro Urresti y Agustín Vidal-Aragón, intentaron llevar a cabo grandes ventas de carteras, pero no tuvieron éxito ya sea porque no era el momento o porque la entidad no había provisionado suficientemente los activos.
BBVA se ha convertido en los últimos meses en uno de los principales jugadores en el mercado de la venta de carteras. Traspasó 3.500 inmuebles, valorados en 300 millones a Blackstone, hace algo más de un mes, dentro del Proyecto Buffalo. Y más recientemente, vendió 14 edificios de oficinas a Oaktree, valorados también en 300 millones, dentro del Proyecto Boston.
Testa y Metrovacesa
A esto se suma el desagüe de activos adjudicados que está llevando a cabo la entidad a través de acuerdos como el de Testa Residencial. BBVA, Santander y Popular acaban de traspasar a la sociedad liderada por Merlin 3.400 viviendas, mediante una ampliación de capital no dineraria valorada en 660 millones de euros.
Para este año se espera además una operación similar con suelos, a través de Metrovacesa Suelo y Promociones. Santander, BBVA y Popular están barajando el traspaso de hasta 1.500 millones en solares, aunque la cifra se podría reducir desde los planes iniciales.
BBVA perdió casi 600 millones con su negocio inmobiliario el año pasado y tiene el objetivo de dejar los números rojos en los dos próximos años
Junto al desagüe inmobiliario, BBVA también ha llevado a cabo de desinversiones en otros negocios como el del crédito al consumo y los fallidos, con la venta de su antigua filial italiana, BBVA Finanzia, al fondo Link Financial por 100 millones.
La exposición neta al ladrillo (después de provisiones) de la entidad presidida por González es de 10.300 millones, tras una reducción del 17% durante 2016. Su filial inmobiliaria perdió 595 millones el año pasado. El objetivo del grupo es que deje de generar números rojos en los próximos ejercicios.