El rumor de la puesta en marcha de un banco malo europeo no es nuevo. De hecho, en 2017, Andrea Enria, el presidente del Mecanismo Único de Supervisión, ya puso encima de la mesa esta propuesta, que no prosperó, como es evidente. Ahora, en medio de esta pandemia, el debate se ha reabierto. Sobre todo, después de que el Financial Times publicara que el BCE estaba dispuesto a su creación.
Según la misma información, Bruselas habría declinado la operación. El departamento para la estabilidad financiera y los mercados de capital de la Comisión Europea es reacio a renunciar a la normas que exigen que la ayuda estatal a los bancos se proporcione solo después de un proceso de resolución, que impone pérdidas a sus accionistas y titulares de bonos, informa el periódico.
Altos funcionarios de la UE han rechazado la idea, argumentando que hay mejores formas de abordar los activos tóxicos, pero se negaron a dar más detalles, siempre según el Financial Times.
Vozpópuli se ha puesto en contacto con diferentes fuentes del sector financiero y todas coinciden en lo mismo: objetivamente es muy complicado hacerse con activos de jurisdicciones y regulaciones tan distintas. Y más aún cuando ni siquiera los países de la Zona Euro se han puesto de acuerdo para culminar la Unión Bancaria.
Hay en ámbitos como el de los fondos de inversión, especializados en el sector financiero, que ni siquiera ha salido a la luz este debate. Esta semana Moody's organizó un encuentro con gran parte del sector y en ningún momento se habló del tema, reconoce un reconocido gestor español.
Pros y contras
Diego Fernández Elices, director general de inversiones de A&G Banca Privada señala que la idea de un banco malo "no va más allá de unos comentaros del algún miembro del BCE". "Sería una medida polémica y no sería fácil llegar a una posición de consenso, pero en contra de otras, tiene de positivo que no solo ayuda a Europa del Sur. La banca alemana podría verse muy beneficiada también", agrega.
Además, considera que sería el paso definitivo para sanear la banca de cara a determinados escenarios muy adversos (siendo estos escenarios de colas), así como para garantizar el crédito necesario para combatir la crisis actual. También eliminaría presiones de capital de la banca, incertidumbre, mostraría un paso más delante de la unión europea y sin duda alguna, serían muy buenas noticias para el mercado de renta variable europeo en general y para el sistema financiero en particular.
Javier Molina, portavoz de eToro en España, agrega que la creación de un AMC (asset manager company) o Bad Bank, mejoraría el rating de la banca europea, solvencia y evitaría problemas futuros. "En un entorno de claro deterioro por el covid-19 eso les permitiría tener que gestionar el corto plazo sin implicaciones de largo. Del lado de desafíos está la capacidad de no ver deterioro real de la solvencia, los ratios de crédito resultantes y la implicación de cada uno de los gobiernos", recuerda.