CCM, CAM, Bankia, Catalunya Caixa, Novagalicia, Banco de Valencia... Entidades nacionalizadas, jubilaciones millonarias en bancos rescatados, banqueros imputados en la Audiencia Nacional, productos híbridos (preferentes) mal comercializados entre los clientes minoristas que han acabado con sus ahorros... La debacle financiera señala al Banco de España y a su labor de supervisión en los últimos años, con Miguel Ángel Fernández Ordóñez al frente. El supervisor anunció ayer que va a cambiar el sistema de control de las entidades financieras tras los problemas por los que han pasado muchas de ellas en los últimos años. El cambio implicará un mayor aumento en el control del sistema financiero español al que se someterá a una auditoría cada seis meses. Además, todos los créditos significativos se revisarán cada tres años.
En un documento publicado en la noche del martes, el Banco de España asegura que se llevarán a cabo algunas de las propuestas planteadas por la comisión interna. En total, se efectuarán reformas en cinco puntos. La principal implicará que, a partir de ahora, habrá inspectores del Banco de España 'in situ' en las entidades relevantes. Desde hace más de 10 años, los dos grandes bancos españoles (Santander y BBVA) cuentan con inspectores del supervisor en sus respectivas sedes de forma permanente. El Banco de España asegura que sus 'hombres de negro' están repartidos, desde hace tres años, en 16 grupos financieros.
A partir de ahora, el supervisor homogeneizará el procedimiento en estos 16 grupos a los que someterá a una auditoría cada seis meses. Para ello, cada entidad recibirá un informe de los inspectores sobre los trabajos realizados, en el que se incluirán todos los ajustes y deficiencias observados. "A partir de ese informe", asegura el documento del BdE, "se propondrá a la Comisión Ejecutiva (del supervisor) el correspondiente escrito de requerimientos u observaciones, en el que se incluirán todos los ajustes y deficiencias detectados en el semestre, incluidos los ya subsanados". Las entidades tendrán que corregirlos de inmediato. En caso contrario, se enfrentarán a una sanción del organismo.
El informe de la Comisión Ejecutiva del Banco de España considera que el seguimiento 'in situ' necesita adaptarse mejor a los menores recursos disponibles en entidades medianas y a las diferentes necesidades de supervisión que plantean estas entidades en relación a los dos grandes bancos españoles.
Además, el Banco de España definirá un marco estandarizado para la adopción de medidas supervisoras en función del perfil de riesgo de cada entidad, potenciando la función preventiva de la supervisión prudencial. Entre otras novedades, el supervisor asegura que habrá mejoras en la formalización de las actuaciones supervisoras y se establecerá "una estructura organizativa y unos procedimientos que auguren la correcta vinculación entre la supervisión macro y micro prudencial, y que permiten adoptar las decisiones de política reguladora o supervisora que se juzguen adecuadas.
La institución además sugiere dar mayor formalidad al requisito del Banco de España, aprobado en octubre de 2011, de que cualquier discrepancia entre informes fuera informada a los superiores jerárquicos, incluso a la Comisión Ejecutiva. Para ello, propone incluir en un apartado específico en el Informe a la Comisión Ejecutiva de la Dirección General de Supervisión y en el Informe del departamento para el director general de supervisión sobre cualquier discrepancia.
Los cambios en los métodos de supervisión vienen motivados por el Memorando de Entendimiento. El documento que establece las condiciones del rescate financiero europeo obliga a "una revisión interna formal" de los métodos de supervisión "a fin de detectar deficiencias e introducir las mejoras precisas".
La revisión ha estado dirigida por Ángel Luis López Roa, consejero del Banco de España, asistido por una comisión interna, compuesta por cuatro personas de la Dirección General de Supervisión, una persona de la Dirección General de Regulación y una persona del Departamento de Auditoría Interna del BdE. Además, los trabajos han estado supervisados por dos expertos extranjeros procedentes del Banco de Holanda y del Banco de Francia.
Como punto de partida de sus trabajos, la Comisión del BdE ha considerado dos informes, uno del FMI y otro de la consultora Oliver Wyman, la misma que determinó las necesidades de capital de la banca española para un escenario base y otro estresado.