En 2016 Renfe lanzó un concurso público para adquirir 30 trenes para su servicio de alta velocidad (AVE). Se lo acabó adjudicando Talgo con un 43% de rebaja sobre el precio inicial de licitación. Algo por lo que Alstom, que competía en el concurso, puso el grito en el cielo.
Talgo ganaba el contrato por 1.495 millones de euros, lo que suponía un 43% de rebaja sobre el precio inicial de la licitación. Esto suponía un ahorro de 1.200 millones de euros.
El pasado mes de mayo Talgo entregaba al Ministerio de Transportes y Movilidad Urbana dirigido por Óscar Puente 22 unidades del modelo S106, comercialmente conocido como Avril. En la actualidad, la mitad de ellos se encuentra en reparación por distintos problemas.
Fuentes del sector explican a este diario que la oferta de Talgo estaba muy por debajo del precio de mercado, motivo por el cual podrían venir las incidencias.
La situación es insostenible para Renfe, que ha visto socavada su reputación. El operador público ferroviario ha anunciado que reclamará 167 millones de euros en indemnizaciones por los retrasos en las entregas, y una cantidad, aún por determinar, por los problemas en los S106. Prácticamente en paralelo a las demoras por los problemas en los trenes, Puente anunciaba nuevas condiciones para las indemnizaciones por demora. Ahora son casi calcadas a las de su competencia, cuando hasta hace solo unas semanas era la que mejor compensaba al cliente en caso de retraso.
Las indemnizaciones para el AVE, Avlo, Alvia, Euromed, Intercity y trenes de Larga Distancia es del 50% del billete para los retrasos igual o superiores a los 60 minutos, y del 100% para las demoras por encima de los 90 minutos. Hasta el 1 de julio de este año la empresa devolvía la mitad del billete para los retrasos superiores a los 15 minutos y el total del mismo si el tren llegaba más de 30 minutos tarde.
Seis averías diarias
Por otra parte, según un informe al que tuvo acceso el diario Cinco Días, la cifra de incidentes desde que el modelo S106 se puso en funcionamiento asciende a 479. Es decir, cada día se producen, de media, seis averías.
En concreto, 14 unidades han requerido, según el informe publicado por el rotativo económico, el rescate o traslado de los ocupantes, y 28 trenes sufrieron demoras de más de una hora.
Desde el pasado 21 de mayo, los Talgo S106 han registrado un total de 9.742 minutos de demoras, siendo su puntualidad del poco menos del 41%, frente al 76,2% que registra el resto de la alta velocidad (Iryo y Ouigo), siempre según este informe.
Óscar Puente: "Talgo se ha puesto las pilas"
Puente declaraba ayer que desde que su cartera hizo pública la situación, principalmente con el modelo S106, Talgo se ha puesto las pilas".
El fabricante ferroviario ha dispuesto un técnico en cada tren y un técnico en el centro de control de mando. Según Puente, los problemas han mermado: "Llevamos cinco días en los que las incidencias en el S106 se han reducido mucho y ninguna ha sido crítica", ha dicho.
Además, Puente ha señalado que su compra en el año 2016 "fue una decisión muy arriesgada", dado que era un prototipo. "La realidad es que se hizo una compra de 30 trenes que no existían, ya que no era un modelo que estuviera testado en el mercado", ha explicado Puente.
"Ha llegado ocho años después y está dando muchos problemas. Tendremos que intentar solucionarlo, pero no es un problema de Renfe, ni tampoco de Óscar Puente", ha sentenciado.
El problema de Chamartín
Respecto a la capacidad en la estación madrileña de Chamartín, Puente ha declarado que cuando hay un incidente, ya sea grave o no, que retrasa la salida de dos o tres trenes, la acumulación de pasajeros en el vestíbulo es "tremenda".
Por ello, el Gobierno ha recordado que el próximo mes de octubre dará un paso adelante con la apertura de dos de los módulos que ya están en construcción, lo que llevará, probablemente, a no repetir "estas escenas" que han tenido lugar este verano.
"Vamos a pasar de 9.000 a 18.000 metros cuadrados de vestíbulo, vamos a duplicar el espacio", ha explicado Puente en referencia al incidente en la estación de tren de Chamartín que colapsó la red durante toda la tarde noche del pasado lunes.
Elfachapobre
Pero en 2016 no estaba el M. Rajoy ese como siempre estos del pp/vox llevándose las comisiones y que después los demás paguen la consecuencia SSSS
Burckhardt7
Las pilas se las tiene que poner el Gobierno que estaba fresquito de vacaciones mientras fallaban trenes entregados mucho antes y el propio sistema mismo
Aquiles
Ahora me viene a la cabeza ...el problema de OTRA empresa Vasca que hacia trenecitos ....que NO cabian por los tuneles !!! Y lo primero que dijo el Gobierno es que era una empresa seria , y NO TENIAN LA CULPA !!! Que raro , eso solo se lo permiten a Empresas Vascas ...y seguramente Catalanas ....LOS SOCIOS del Gobierno !!!
Aquiles
El Becerro habla de Trenes , no me puedo creer ....Y le quita importancia a la Barrabasada de TALGO ??? ....Ahhh , que es una empresa Vasca , de sus socios , Verdad ???
M-V-P
Sr. ministrillo: por muy "echao pa lante" que ud. sea, cuando pida una penalización para cualquier contratista ha de demostrar que tiene derecho a ella y esto ha de documentarlo ante técnicos o árbitros e incluso jueces que saben bastante bastante mas que ud. de su trabajo. Si durante el proceso de fabricación ud. cambia las especificaciones al fabricante, este tiene derecho a ajustar sus planes de trabajo y las fechas de terminación. De igual manera ante posibles averías que puedan inutilizar un convoy ha de demostrarse que es cierto, no vale solo el criterio del operador. Por cierto: olvídese del que llamamos "lucro cesante" este no puede ser reclamado en ningún caso y mucho menos si es pedido en forma "macarrónica".
xaxonem
Para estas cosas, la propia administración, en las ofertas y licitaciones tenía algo en cuenta a la hora de tomar una decisión. Les llamaban 'baja temeraria'. Lo de que lo barato sale caro ya lo sabían nuestros abuelos a mediados del siglo pasado.
Maurizio111
Es que tienen que atender a muchas paguitas, y claro, hay que hacer economías.
Alexander
Me da la impresión de que lo que falta en la empresa que construye los trenes Talgo es un buen CONTROL DE CALIDAD para comprobar que todos los sistemas de los trenes funcionan adecuadamente antes de enviarlos a RENFE.