Economía

Botín y Orcel, los banqueros más poderosos de Europa, frente a frente: así ha sido el juicio

"¡Pepe, Pepe!". Como ocurre desde hace décadas en los Juzgados de Plaza de Castilla de Madrid, familiares de detenidos que se encuentran en los calabazos tratan de ponerse en contacto

  • Andrea Orcel y Ana Botín en el juicio celebrado en Madrid, el 19 de mayo.

"¡Pepe, Pepe!". Como ocurre desde hace décadas en los Juzgados de Plaza de Castilla de Madrid, familiares de detenidos que se encuentran en los calabazos tratan de ponerse en contacto a gritos con estos desde fuera. "¡Pepe, Pepe, Pepe!", gritaba a las 9 de la mañana un chica desde la calle Bravo Murillo en dirección a las rejas de los calabazos que dan al exterior.

A esa hora, fotógrafos y periodistas se apostaban en las dos puertas de entrada a los juzgados, una por la misma Plaza de Castilla, y otra situada en la calle del Poeta Joan Maragall (antes calle del Capitán Haya).

La expectación provocada por el que se ha conocido como el juicio financiero del año, el que enfrenta a Andrea Orcel contra Santander por su fichaje frustrado como consejero delegado del primer banco español, ha llamado la atención tanto de medios nacionales como internacionales.

El juez ha comentado que era cliente de Santander, y Ana Botín ha dicho que podía abrirle una cuenta

El juez ha habilitado el Salón de Actos de los juzgados, facilitando así la labor de los medios de información; en total, 18 medios estaban registrados para cubrir el juicio.

Ninguno de ellos quería perderse una imagen inédita: la de los dos banqueros más poderosos de Europa accediendo a los maltratados juzgados de Plaza de Castilla. La defensa de Orcel había solicitado la declaración de Ana Botín. El banquero italiano no tenía por qué acudir al juicio, no estaba requerida su declaración, pero ha preferido estar presente.

También cuatro miembros del equipo de comunicación de Santander aguardaban la llegada de la presidenta. Como no estaba claro si Ana Botín, y también Andrea Orcel, entrarían por la puerta principal o por la situada en la calle del Poeta Joan Maragall, fotógrafos, periodistas y empleados del banco se han colocado estratégicamente en ambas entradas.

Andrea Orcel se ha sentado en primera fila del Salón de Actos de los juzgados, detrás de donde tenía que declarar Botín

El primero en penetrar en el Salón de Actos de los juzgados ha sido Andrea Orcel. El italiano llegó a Madrid en la noche del martes procedente de Roma, en vuelo operado por Iberia. A pesar de que desde el pasado mes de abril Orcel es consejero delegado del primer banco de Italia, Unicredit, este no ha querido perderse el juicio tras dos años batallando contra Santander.

Orcel se ha sentado en primera fila, prácticamente detrás justo de la silla en la que tendría que declarar Botín, y hasta el inicio del juicio no ha soltado el móvil.

Ana Botín ha entrado unos minutos después, ha saludado a algunos periodistas y también a Orcel. La presidenta de Santander, se ha mostrado más segura en el juzgado que en el viaje a Groenlandia en el programa Planeta Calleja, emitido a principios del pasado año.

La clave del juicio es determinar si entre Orcel y Santander hubo o no un contrato

La banquera más poderosa de Europa ha insistido durante su declaración en que no hubo un contrato con Orcel, sino una carta oferta. Se trata de la clave del juicio, si hubo o no contrato, y las dos partes han estado jugando al gato y al ratón dando vueltas constantemente al término.

En un momento de su declaración, Ana Botín ha dicho que Andrea Orcel tenía la obligación contractual de reducir el pago debido de UBS, lo que el abogado del banquero italiano ha aprovechado para tratar de hacer ver que era evidente que existió un contrato. "No he dicho eso, había una carta oferta donde se había acordado muchas cosas que nos obligaba a muchas cosas (...)", ha respondido Botín.

A pesar de la tensión contenida, también ha habido un momento para el distendimiento.

Botín ha subrayado durante su declaración la "transparencia" de Santander en este asunto, a lo que el abogado de Orcel ha respondido que no tenía duda de esa transparencia, y añadido que él mismo era cliente y accionista del banco. En ese momento el juez ha comentado que también él era cliente de Santander, y la presidenta del primer banco español ha apuntado que podría abrirles una cuenta, provocando las sonrisas de los presentes.

El juicio celebrado el miércoles se había pospuesto con anterioridad ya en dos ocasiones, una por un caso de coronavirus en el entorno del juez, y otra por petición de los abogados. Pero todavía no ha terminado.

El juez ha decidido que tendrán que declarar, y hacerlo presencialmente, el director global de Compensaciones de UBS, Mark Shelton, y también el presidente del banco suizo, Axel Weber. Lo harán próximamente junto con Roberto di Bernardini, exjefe de Recursos Humanos de Santander, y Jaime Pérez Renovales, Secretario del Consejo de Administración de Santander.

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