Al igual que sucedió con el material sanitario durante la pandemia o con el gas en esta crisis energética, el Gobierno plantea ahora a Bruselas la creación de una reserva estratégica de materiales ante los problemas de suministro que están viviendo las plantas de producción. Según explican fuentes del sector a Vozpópuli, el Ministerio de Industria es una de las alternativas en las que trabaja para lograr una solución conjunta ante la escasez de materias primas y componentes.
Desde el Ministerio de Industria prefieren no hacer ninguna declaración sobre este planteamiento ante la pregunta de este medio. Bruselas también apuesta por el silencio sobre esta posibilidad. Fuentes conocedoras de esta propuesta amplían que estos días se están produciendo reuniones al "máximo nivel" para encontrar las mejores alternativas para una crisis de suministro que no espera que se solucione en el corto plazo y que pone en riesgo la campaña de Navidad.
Industria lanza esta propuesta a Bruselas por las dificultades actuales del transporte de mercancías que se compran, principalmente, a los fabricantes asiáticos y estadounidenses. El precio de fletar un contenedor desde Asia a Europa se ha multiplicado por diez desde mediados de 2021, un incremento del precio que multiplica la competencia entre las industrias de los países miembros. El estrés del mercado está llegando a un punto en el que no hay contenedores "ni por todo el oro del mundo", destacan fuentes del sector.
La principal necesidad son los chips y microchips que, en su mayoría, se fabrican en Corea del Sur y Taiwán. La Unión Europea lleva años trabajando en crear su propia industria de este material tecnológico. Unos componentes claves para la cadena de producción de industrias como la automovilística, un sector fundamental para el PIB de los principales países miembros. Un complejo proceso que todavía está lejos de satisfacer la demanda de la industria europea.
La falta de vidrio, aluminio o productos químicos en las cadenas de montaje europeas están evidenciando la dependencia que existe de la importación de productos, de los que cerca del 90% llegan por barco. El problema de esta iniciativa es, como en la mayoría de los casos de la Unión Europea, es que cada país miembro tiene unas necesidades diferentes y provoca que sea una ardua tarea crear una reserva estratégica tan diversa.
Bruselas y 'el mercado único'
La emergencia de esta propuesta encaja con la idea que se cocina en Bruselas de 'mercado único'. En 2019, la Comisión Europea puso en marcha Una nueva agenda 2019-2024, donde defendía que "el mercado único constituye, en todas sus dimensiones, un activo fundamental".
"La Unión Europea no puede permitirse el lujo de no aprovechar todo el potencial que le brinda un mercado de 500 millones de personas, especialmente en el sector de los servicios. No pueden esgrimirse dificultades a corto plazo en contra de una estrategia a largo plazo audaz, abarcadora y con visión de futuro. Todo ello debe ir parejo a una política industrial más enérgica, exhaustiva y coordinada. La Unión Europea necesita ambas cosas, y de manera urgente", explica esta hoja de ruta.
Reinventar la industria europea
La reserva estratégica que se reclama desde España puede ayudar a solventar la actual crisis de suministro. Pero para los expertos se ha puesto en cuestión el modelo industrial europeo. "Actualmente todas las industrias están cuestionando su modelo de negocio, incluso a nivel europeo los gobiernos quieren reducir su dependencia de otros continentes", subraya Leandro Real, Senior Advisor de Turnaround, Transformation & Working Capital de KPMG en España.
"Dado que numerosas empresas occidentales optaron hace años por trasladar su producción a China, con menores costes de producción", apunta Miguel Ángel Piqueras García, director del grado en Ingeniería en Organización Industrial de la Universidad Internacional de Valencia (VIU), "hoy en día el país asiático abastece al resto del mundo de gran cantidad de productos, lo que explica su gran influencia en la marcha del mercado global", concluye el experto.