Carlos Torres seguirá al frente de BBVA sea cual sea el resultado de la opa al Sabadell. El presidente del grupo de La Vela desvincula su futuro de la compra del cuarto banco más grande del país. Torres no arroja la toalla, pese a los obstáculos políticos y el movimiento de Josep Oliu de devolver a Cataluña la sede social del Sabadell, que ha instalado cierta “preocupación y pesimismo” dentro de La Vela.
El presidente de BBVA se siente con el respaldo del consejo y deja claro que no dimitirá aunque la opa fracase. “No es una operación del presidente. Es una decisión del consejo”, se escudó ayer Torres, que quiso incidir en que el lanzamiento de la opa hostil en mayo de 2024 se aprobó por unanimidad en el máximo órgano de gobierno.
Lo cierto es que existen voces críticas dentro de La Vela, tanto en el consejo como en el equipo directivo, según fuentes próximas a BBVA. Desde el inicio se pusieron en duda las formas para plantear la oferta, sobre todo por no incluir una parte en efectivo.
Torres defiende a capa y espada el canje de acciones de una acción nueva más 0,29 euros por dividendos por cada paquete de 5,0196 títulos del banco catalán. Y se cierra en banda ante cualquier rumor en el mercado de que BBVA acabe subiendo la oferta: “No hay espacio”, reafirmó ayer utilizando la misma advertencia que lanzó al presidente del Sabadell por carta en abril antes de la opa hostil.
"Es una obligación"
El presidente de BBVA saca pecho para defender su gestión con los resultados históricos, después de que el grupo cerrara 2024 con un beneficio superior por primera vez a los 10.000 millones de euros. Para Torres, “sería poco coherente” presentar su renuncia si fracasa la opa, ya que defiende que el equipo directivo está convencido de que debe intentar comprar el Sabadell. “Sería poco coherente porque creemos que estamos haciendo nuestro trabajo. Era una obligación hacerlo”, justificó.
La cúpula del grupo de La Vela se apoya en el crecimiento de la rentabilidad. La Rote (rentabilidad sobre patrimonio tangible) ha saltado del 17% al 19,7% en un año y se ha situado por encima de la meta estratégica del 14%. “El momento del banco es muy positivo”, insiste Torres, que defiende que BBVA tendrá recorrido de crecimiento aunque se quede sin el Sabadell. De hecho, prepara un nuevo plan estratégico a cinco años que se prevé presentar a los inversores en la segunda mitad del año.
El presidente de BBVA se juega su reelección sin tener cerrada la opa al Sabadell. Torres y su número dos, Onur Genç, afrontan la renovación de sus cargos en menos de dos meses. Se tendrán que retratar ante sus accionistas después de incumplir sus planes iniciales para comprar el cuarto banco más grande del país.
Sin opa en la junta
La junta de accionistas de BBVA se suele celebrar a mediados de marzo en Bilbao. Lo más probable es que la cúpula se someta al visto bueno de su gestión sin ni siquiera haber lanzado el periodo de aceptación de la oferta. El equipo directivo espera que Competencia autorice la opa sin condiciones estrictas en las próximas semanas, aunque los plazos llegarían muy justos para la cita con los accionistas.
"Hay espacio para más fusiones en España", afirma Gonzalo Gortázar, consejero delegado de CaixaBank
La CNMC decidió llevar el examen de la operación a la conocida como fase 2 por los riesgos de concentración, lo que saltó por los aires el plan de BBVA, que confiaba en recibir todas las autorizaciones pertinentes a estas alturas de 2025. Ahora, la estimación más optimista apunta a febrero o marzo para que Competencia concluya su análisis, que se puede alargar incluso más allá de abril si entra en fase 3, que permitiría la intromisión del Gobierno y retrasar todavía más las autorizaciones.
Frente a la presión de Moncloa, la cúpula de BBVA recibió ayer un balón de oxígeno inesperado de uno de los grandes competidores. Gonzalo Gortázar, consejero delegado de CaixaBank, contradijo la versión del Ministerio de Economía sobre los riesgos de concentración en el sector y defendió que se puede iniciar una nueva ronda de fusiones en España. “Hay espacio”, se limitó a señalar, después de descartar que CaixaBank sea un protagonista activo. Para Gortázar, el sector bancario aún no presenta niveles “excesivos” de concentración y apuntó a estudiar “caso por caso”.
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