"Ahora lo que toca es la tranquilidad", coinciden en señalar fuentes cercanas a las conversaciones entre las partes en pugna por el control de Merlin Properties. La socimi del Ibex 35 celebrará este miércoles su primer consejo desde aquel extraordinario de diciembre en el que se sometió a votación el cese del consejero delegado, Ismael Clemente, por iniciativa de su primer accionista, el Banco Santander (22,3%).
La convulsión que se vivió aquel día, con todo el equipo directivo y la vasta mayoría de la plantilla poniéndose del lado de Clemente, se saldó con una comunicación a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) en la que las partes se comprometían a iniciar "un proceso de reforma de la gobernanza" sin entrar en más detalles.
Una tregua a un conflicto que había alcanzado el plano de lo personal entre el consejero delegado y el representante del Santander, Javier García-Carranza, y que empezaba a golpear el valor de la compañía: en la jornada en que se puso en duda la continuidad del Clemente la acción cayó más de un 6%.
"Queremos que esté tranquilo todo. No hay intención de cambios ni nada"
A poco más de 24 horas para que se celebre el primer consejo desde entonces, las fuentes consultadas por este diario de ambas partes coinciden en lanzar un mensaje de tranquilidad, incluso superador de las diferencias que se atravesaron. "Queremos que esté tranquilo todo. No hay intención de cambios ni nada", llegan a señalar fuentes cercanas a las conversaciones sobre el consejo de este miércoles.
Más allá del 6,2% que detenta el exdueño de los casinos Cirsa, Manuel Lao, y del 3,1% de Blackrock, el grueso del capital está en manos de minoritarios especialmente preocupados por la evolución de la acción ante el impacto de las tensiones internas hacia afuera. La compañía ha comenzado el 2022 con una capitalización bursátil de unos 4.500 millones, algo alejados de los 6.000 millones prepandemia pero suficientes para consolidar a Merlin como la socimi más valorada de España.
La hora de la verdad para Clemente, en junio como tarde
Fuentes del mercado inciden en que la hora de la verdad llegará antes o después. Como tarde, en la próxima Junta General, que no está convocada aún. Se espera que se consume en el mes de mayo o junio como tarde, según las fuentes consultadas. Entonces, se deberá votar la renovación de Ismael Clemente y su equipo directivo.
En las últimas dos ocasiones, en 2020 y 2018, el actual consejero delegado obtuvo el respaldo del 98,5% y el 98,9% de los votos. Paralelamente, García-Carranza consiguió en 2021 el respaldo del 92,5% del capital para seguir como consejero.
La grieta entre las partes empezó a hacerse patente el último año, y uno de los motivos que llevó a la disputa fue el monto de los dividendos. El Santander ha considerado insuficiente que, tras la vuelta de los pagos a accionistas, éstos hayan sido de sólo 0,40 euros por acción, con un reparto inmediato de 0,15 euros, sobre las cuentas del 2021. En las votaciones de las Juntas sobre las cuentas anteriores, el asunto del dividendo no había suscitado apenas polémicas.
Otra de las armas arrojadizas del representante del Santander contra Clemente ha sido su política de remuneraciones
Como informó este diario, otra de las armas arrojadizas del representante del Santander contra Clemente ha sido su política de remuneraciones. La del ejercicio 2018 fue apoyada por el 56,2% del capital; la del 2019, por el 62,5%, y la del 2020, en la que medió una rebaja sideral por la pandemia, por el peso del 92,5% de las acciones.
En el último año prepandemia, el empresario había percibido 8,7 millones de euros (por los 9,9 millones de la presidente del Santander, Ana Botín). Ese ejercicio, en el que el consejero delegado vio su retribución incrementada en un 34%, estuvo marcado por la entrada de la inmobiliaria en Distrito Castellana Norte. Al cabo del mismo, la compañía reivindicó haber reducido igualmente su endeudamiento relativo al valor de los activos hasta situarlo en el 40,6%, con una retribución a accionistas de 52 céntimos por acción (similar a la del año anterior tras un beneficio operativo de 313,3 millones, esto es, 67 céntimos por acción).
En 2020, Clemente solo cobró un millón de euros después de posponerse la implementación de incentivos a largo plazo a 2021 y renunciar a sus incentivos a corto plazo conocidos como STIP. Por su parte, García-Carranza y la consejera dominical del Santander, Francisca Ortega, decidieron, como en años anteriores, renunciar a su total remuneración como presidente no ejecutivo y consejera, no habiendo percibido ningún importe en el año 2020 por estos conceptos, dieron cuenta desde Merlin.
"No obstante lo anterior y a efectos meramente informativos", ha informado la socimi, "se considera oportuno reseñar que si el presidente no ejecutivo no hubiera renunciado a su remuneración y hubiera percibido la remuneración que figura en la Política aprobada por la Junta, su nivel retributivo competitivo hubiera estado situado cerca de la mediana de mercado".