Economía

¿Cuándo volverá el crédito? La banca sólo sabe que este año caerá otros 110.000 M.

Ante la pregunta, los banqueros no se ponen de acuerdo. Goirigolzarri (Bankia) asegura que empezará a fluir antes de final de año. Cano (BBVA), cuando esté acabada la reforma financiera. Oliu (Sabadell), como pronto hasta 2015. Hasta abril, había caído en otros 25.000 M.

¿Cuándo volverá a fluir el crédito a la economía real? La dichosa (y capital) cuestión acapara desde hace meses el debate con pocos datos y muchas percepciones, en su mayoría, cuestiones de fe. Las cifras se multiplican mirando a pasado. La más cruenta, la que refleja la foto fija a 31 de diciembre pasado, el cierre del ‘annus horribilis’ para la banca española. En 2012, el crédito bancario descendió en 177.753 millones, según el Banco de España. La tendencia continuará en este 2013. La financiación a familias y empresas no financieras se reducirá en otros 110.000 millones aproximadamente, según las proyecciones del sector. Hasta abril, la tendencia parecía cumplirse: la caída del crédito se ha agravado en otro 15%, alrededor de 25.000 millones, según datos del supervisor.

“Para abrir el grifo del crédito se necesitan dos condiciones. Alguien que accione el grifo y que éste vierta agua, pero agua en condiciones, y no una pocas gotas. Ni una ni otra exigencia confluirán este año ni tampoco en buena parte del próximo”, admite un alto ejecutivo de un banco.

Las entidades aducen que hay poca demanda solvente. Que hay pocos con capacidad para accionar el grifo. Un conglomerado de argumentos lo justifican. Por un lado, el desapalancamiento de las familias. Por otro, el aumento de las restricciones de las entidades a la hora de conceder financiación. La tasa de paro asusta a las entidades que ven en cada nuevo parado un futuro impagado. La mora de la banca española roza ya el 11% y subiendo.

La tasa del 27% de desempleo asusta a las entidades no tanto por el volumen sino por lo que puede significar de cambio de tendencia. Según el último Informe Económico de Esade, correspondiente al pasado junio, la metástasis del paro se ha empezado a extender a un colectivo hasta ahora inmune: los varones de entre 30 a 50 años, con título universitario, contrado indefinido y vivienda propia. Los conocidos como insiders. La tasa de paro se ha elevado en este grupo del 3% al 13% desde el inicio de la crisis en 2008. "Pese a que la tasa de paro de este segmento queda por debajo de la tasa media de paro española es preocupante la tendencia creciente porque la evolución de este segmento puede afectar directamente a las tasas de morosidad", asegura la profesora del Departamento de Economía de Esade Ana Laborda.

Hasta abril, la tendencia de contracción del crédito se cumplía. El Banco de España cifraba la caída en un 15%, alrededor de 25.000 millones

Muchas entidades tienen catalogados a sus clientes a las puertas del subestándar (en riesgo de dejar de pagar) en función de la salud del sector en el que opera su empresa. En la actualidad, estos trabajadores tienen empleo, pueden hacer frente a sus pagos, no tienen problemas de circulante, podrían lograr un préstamo (así sería en otras circunstancias económicas) pero, sin embargo, se les niega el crédito ante el temor de que la crisis se acabe llevando a sus empresas por delante.

En privado, muchos directivos ponen el ejemplo de lo que le sucedió al Banesto de Mario Conde en la anterior gran crisis para razonar el motivo de este desplome del crédito. "Entonces, Banesto quiso ganar mucha cuota de mercado en un momento en el que también estaba cerrado el crédito y después acabó pagándolo caro", explican un par de directivos.

En otros casos, el catálogo de protecciones que exigen los bancos para conceder un préstamo hace de freno a solicitantes solventes. La crisis ha elevado los préstamos al consumo por encima de un 10% anual. Los hipotecarios, que hasta hace pocas semanas planteaban Euribor más un diferencial de media del 2,5%, están empezando a dispararse por encima del 5% tras la sentencia del Tribunal Supremo que anula las cláusulas suelo mal comercializadas, pero que puede llevar, como se teme el sector, a tener que anularlas en sus totalidad, como ya han hecho BBVA, Novagalicia y Cajamar.

Al aumento del precio de los préstamos se une una larga lista de obligaciones que acompañan esa financiación hipotecaria. En función de las entidades varía algún producto del siguiente catálogo: seguros multirriesgo del hogar, póliza de vida, catálogo de tarjeta de crédito y débito con consumos mínimos anuales a partir de 2.500 a 3.000 euros, saldo mínimo en cuenta corriente asociada al préstamo y contratación de un plan de pensiones con aportaciones obligatorias anuales a partir de 2.000 euros. Además, el importe financiado nunca excederá del 80% del valor de tasación del inmueble y se exige al menos una garantía, ya sea externa o bien del propio solicitante mediante la contratación de algún depósito.

El conglomerado de nuevos requisitos regulatorios amenaza con tener cerrado el grifo del crédito para la economía real durante los próximos trimestres

La situación de las pymes, pese a las campañas tanto del ICO como de la banca comercial que promete hasta 20.000 millones en financiación, no es más halagüeña. Según una encuesta del BCE, tres de cada cuatro pymes españolas dicen que los tipos de interés de sus préstamos han aumentado en el primer trimestre, la mitad que el banco les ha exigido más garantías y una de cada tres que el banco les ha reducido el crédito para circulante (día a día). Además de pagar más, las pymes españolas están pagando el doble por los créditos que las del norte de Europa, según el BCE: pagan un 5,36% por los préstamos de menos de un millón de euros (a 5 años), un 84% más que las pymes alemanas (4%) y un 35% más que la media de pymes de la zona euro. Y a su vez, las pymes españolas sufren un coste por sus pequeños créditos del doble que las grandes empresas españolas, que están pagando un 2,62% para créditos de más de un millón de euros, también un 46% más de lo que pagan por financiarse las grandes empresas alemanas.

La recesión, el paro, las incertidumbres… obligan a los bancos a protegerse de sus clientes, actuales y potenciales, pero también ante sí mismos ante el caudal regulatorio que les amenaza en el corto plazo. Antes del 31 de julio, las entidades deben comunicar al Banco de España el impacto de la supresión de las cláusulas suelo mal comercializadas en sus balances. Dos meses después, en septiembre, tendrán que presentar otro informe evaluando el coste de la reclasificación de sus préstamos refinanciados. Una factura que se elevará a 10.000 millones para el sector. El sector última con Hacienda un cambio fiscal por el que podrá seguir computando como capital sus activos fiscales diferidos pero que, indudablemente, tendrá algún coste para las entidades. Además, la última visita de la Troika ha dejado la obligación de reducir la diferencia entre créditos y depósitos, hasta igualarla prácticamente.

Los bancos llegan a las exigencias futuras con la lengua fuera, y en pérdidas, a causa de las obligaciones de los dos planes de Guindos del pasado ejercicio. Aquellas exigencias de capital han saneado mucho su ladrillo pero bastante menos de lo que han drenado su capital, en definitiva, su capacidad para prestar. Además, unos (cajas) y otros (bancos) están digiriendo fusiones, ERE’s, cierre de oficinas, despidos con lo que su prioridad no es prestar.

Oliu, presidente del Sabaell: "El crédito no fluye ni fluirá. No quiero ser agorero pero no creo que sea antes de 2015"

Rajoy culpó, hace algunas semanas, a los bancos de no dar créditos. Pero su reforma laboral, que construye un perfil de empleado precario, tampoco cumple con los cánones de solvencia que exige ahora la banca. El círculo vicioso se retroalimenta sin que nadie sepa la fecha en la que volverá a fluir el crédito.

Para muestra, tres citas de banqueros de mayor o menor optimismo. José Ignacio Goirigolzarri, presidente de Bankia: “La banca volverá a dar crédito a finales de año” (14-4-2013); Ángel Cano, consejero delegado de BBVA: “Hay que conseguir que el crédito vuelva a la economía, eso que tanto nos reprochan. No sucederá hasta que no esté concluida la reforma financiera”. (18-6-2013); Josep Oliu, presidente del Sabadell: "El crédito no fluye ni fluirá. No quiero ser agorero pero no sé cuándo se va a recuperar el crédito. Algunos dicen que será a principios de 2014. Bueno, si lo decimos todos igual se cumple. No creo que sea antes de 2015". (10-4-2013)

¿Cuándo volverá a fluir el crédito a la economía real?. La pregunta sigue sin respuesta. 

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