El elevado porcentaje de población en riesgo de pobreza o exclusión social es un problema que España no es capaz de atajar. Más del 25% de los ciudadanos se encuentran en esta situación, es decir, uno de cada cuatro. En siete años esa tasa (conocida como AROPE) sólo ha bajado en alrededor de tres puntos porcentuales. Sin embargo, el drama es aún mayor si se analiza por comunidades autónomas: hay tres regiones donde ese porcentaje se eleva hasta el 35%.

En Andalucía, Canarias y Extremadura una de cada tres personas están en riesgo de pobreza. Es más de lo que registran Rumanía o Bulgaria, los dos países de la Unión Europea que, en conjunto, más pobreza tienen (un 35% y 32%, respectivamente). España es el cuarto, estando también por delante Grecia, donde alrededor de un 26% de la población tienen una renta disponible equivalente (después de las transferencias sociales) inferior al 60% de la mediana nacional.

De los datos publicados por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en su informe sobre perspectivas económicas de España también llama la atención que mientras Bulgaria y Rumanía han logrado bajar los niveles de pobreza desde el 45% hasta el 32 y 35% en los últimos siete años, el avance en España ha sido muy inferior. Esto es trasladable a las CCAA más desfavorecidas en base a este indicador.

Canarias y Extremadura apenas han mejorado esta tasa respecto a 2015. Sí lo ha hecho Andalucía, pues después de la crisis financiera cerca de un 45% de su población se situaba en riesgo de pobreza y ahora ese porcentaje ronda el 35%, 10 puntos porcentuales menos. En la lista también destacan las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, con tasas que ya exceden el 40%. Respecto a 2015, la primera se ha mantenido estable, mientras que la segunda ha empeorado en 10 puntos.

"Las disparidades entre regiones son grandes y la pobreza se concentra en el sur", destaca la OCDE en su informe. En el otro extremo destacan Navarra y País Vasco, donde sólo el 15% de la población está en riesgo de pobreza o exclusión social. Estos niveles son menores que los de Polonia, Finlandia, Eslovaquia, Países Bajos, Chipre y Dinamarca, entre otros. Sólo República Checa y Eslovenia están por debajo de ese 15%, según los datos que publica Eurostat, la oficina estadística de la UE.

Los jóvenes y las pensiones

La OCDE también manifiesta su preocupación por el riesgo de pobreza entre los jóvenes menores de 25 años, que es "particularmente frecuente" por "el alto desempleo, los bajos salarios y los mayores costes de la vivienda". En concreto, alrededor de un 30% de los jóvenes "La tasa de pobreza entre las personas de 65 años o más es baja", añade, si bien ha aumentado hasta acercarse a la media de la UE en los últimos años.

En su opinión, esto exige "políticas específicas dirigidas a los jóvenes". "España debe aumentar las oportunidades para la juventud. Mejorar la educación, facilitar la participación de los jóvenes en el mercado laboral, mejorar el espíritu empresarial e impulsar el acceso a la vivienda también son cruciales para aprovechar plenamente el potencial de crecimiento de España y reducir el riesgo de pobreza", comenta.

El organismo menciona que el gasto social se centra en gran medida en las pensiones. De hecho, en el mismo informe ha advertido del importante aumento del gasto que supondrá la última reforma del Gobierno y que serán necesarias medidas adicionales. "Si los déficits de pensiones siguen siendo cubiertos por los ingresos generales, el mantenimiento de los beneficios de las pensiones se producirá a expensas de otras prioridades y en detrimento de la generación más joven, ya desfavorecida", señala.

En cuanto a la tasa de pobreza infantil, de 0 a 17 años, la OCDE destaca que es "la más alta de Europa occidental", con un 21,8%. Este periódico ya informó de que, según Eurostat, uno de cada tres niños en España está en riesgo de pobreza o exclusión social. Dicho de otra forma, un 32% de todos los menores de 18 años se encuentra en esa situación. Es la tercera mayor tasa de la Unión Europea, sólo por detrás de Rumanía (42%) y Bulgaria (34%).

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