El absentismo la boral preocupa a los empresarios, pero el 'drama' es todavía mayor en aquellos sectores más dependientes del factor humano. Uno de ellos es el de la distribución alimentaria, que en todas sus fases necesita irremediablemente de las personas. En 2024, 78.885 personas de media no acudieron ningún día del año a trabajar en el sector de los supermercados por bajas de salud, casi un 90% más que hace apenas seis años.

Según se despresen del informe 'Evolución de los indicadores de absentismo laboral por Incapacidad Temporal por Contingencias Comunes' que se ha presentado este jueves en la CEOE de la mano de la Asociación de Mutuas de Accidentes de Trabajo (Amat) y la patronal de supermercados Asedas, en 2018 42.169 personas no acudieron ningún día a su puesto de trabajo. Tan solo seis años después faltaron casi el doble de personas. "El absentismo supone una enorme presión para la rentabilidad de la empresa y sobre los precios", ha asegurado el director general de la Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados (Asedas), Iñigo García Magarzo. 

El problema del absentismo a nivel general comenzó en 2020, durante la pandemia, cuando se disparó de un año a otro 56,27% en el sector, con 74.020 personas que no fueron a su puesto de trabajo ningún día en todo el año, según la media. Un año antes, 'solo' faltaron 47.366 trabajadores en el sector de los super. Desde entonces este porcentaje no ha parado de crecer. 

¿Por qué aumentan las bajas laborales?

El aumento exponencial del absentismo laboral tiene dos causas estructurales "preocupantes": el diagnóstico de cada vez más casos de salud mental entre los jóvenes o la subida de la edad de jubilación, puesto que las personas más mayores tienen mayores posibilidades de padecer una enfermedad, tal y como ha destacado el periodista del Grupo Vocento José María Camarero, uno de los participantes de la mesa redonda posterior a la presentación del informe. 

Los problemas de salud mental, donde la gestión de una baja es más "complicada" que otras incapacidades temporales, supone un quebradero de cabeza para las empresas del sector. El director gerente de Amat, Pedro Pablo Sanz, ha señalado a este respecto que las "patologías de difícil objetivación" como la salud mental, dan pie a que los trabajadores "hagan un uso indebido de las prestaciones".

Por otro lado, García Margazo asegura que hay patrones como el aumento de las bajas los lunes o la cada vez mayor cantidad de incidencia en las personas jóvenes, que deben ser atajados.

El coste del absentismo se dispara un 119% desde 2018

Las bajas laborales suponen un gasto cada vez mayor para los empresarios del sector de la distribución. Según el informe, el coste del absentismo laboral en la distribución alimentaria creció un 119% en los últimos seis años y alcanzó los 1.023 millones de euros en 2024, un incremento que supera la media de la economía global y representa unos 128 millones más que en 2023 y 556 millones más que en 2018. En el conjunto de la economía, el coste del absentismo se ha duplicado en los últimos seis años, hasta los 28.987 millones de euros en 2024.

Además, según denuncian en el citado informe, los trabajadores en baja en este sector tardaron unos 33 días más de lo necesario en incorporarse al trabajo al extenderse su incapacidad temporal, acredentando el gasto que supone el absentismo laboral. 

En los supermercados durante el pasado ejercicio hubo más de 353.000 procesos de baja laboral para los trabajadores protegidos por las mutuas, lo que supuso un incremento del 4,58 % con respecto a 2023. De media, fueron una bajas que duraron de media 46 días en 2024.

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