Los inversores se están cebando con el sector constructor, que venía arrastrando ya un notable castigo en años anteriores. Sin embargo, la virulencia que está mostrando la bolsa con las constructoras en lo que va de año no tiene precedentes cercanos. Tanto es así que en apenas cuatro meses y medio la capitalización de las empresas del sector se ha visto reducida en algo más de 8.000 millones de euros.
De un plumazo, el valor bursátil conjunto de las constructoras se ha reducido un tercio desde que se inició 2012 aunque, en este caso, el mercado está discriminando. Todas las compañías del sector presentan saldo negativo desde enero pero la que se lleva la palma con diferencia es Sacyr Vallehermoso, que pierde algo más de un 72%. Su capitalización bursátil se sitúa por debajo de la cota de 500 millones de euros. Obviamente, la empresa que preside Manuel Manrique cotiza en sus mínimos históricos. Ayer cerró en 1,07 euros.
El siguiente escalón lo ocupan FCC y ACS, con un castigo similar desde que se inició 2012. La compañía controlada por Esther Koplowitz se ha dejado un 44% desde enero y se sitúa en mínimos de los últimos 15 años. Sus acciones cerraron la sesión de ayer en 11,18 euros. Por su parte, ACS ha perdido un 40% en 2012 y cotiza en mínimos de los últimos ocho años.
El mercado ha sido más benévolo con Ferrovial y OHL. La primera de ellas registra un descenso en su cotización del 13% desde enero mientras que los títulos del grupo que preside y controla Juan Miguel Villar Mir presentan un descenso algo superior al 16%.
Ataques especulativos
A comienzos de año, la suma de las capitalizaciones de las constructoras superaba los 24.500 millones de euros. Cuatro meses después, la cifra se ha reducido a poco más de 16.000 millones de euros.
Así, las pérdidas que acumula el sector en bolsa superan con mucho (más de 3.000 millones de euros) la deuda que los ayuntamientos tenían contraída con las grandes constructoras y que en breve se verán satisfechas por el fondo creado a tal efecto por el Gobierno.
Los inversores han castigado a las constructoras principalmente por su elevado endeudamiento, que ha llevado algunas como ACS a una delicada situación financiera. Las compañías del sector también han sufrido el ataque de los especuladores. En lo que va de 2012 se han incrementado de forma notable las posiciones cortas sobre estas compañías.