Ningún país europeo, salvo España, se sitúa entre los destinos de inversión previstos por ejecutivos de grandes compañías españolas para los próximos meses. China, Brasil, Estados Unidos e India son los países, por este orden, en los que las multinacionales españolas tienen previsto enfocar sus próximas inversiones, de acuerdo a un informe publicado el martes por EY.
La consultora elabora cada trimestre un barómetro de intención de inversión entre más de 1.600 ejecutivos que trabajan en compañías presentes en 54 países. En su último estudio, correspondiente al primer trimestre del año, EY ha encuestado a 52 ejecutivos españoles de empresas que facturan entre 500 millones y 5.000 millones de euros.
Por primera vez, China se sitúa como primer país destino de inversión por los ejecutivos españoles
Se trata de la primera vez desde que la firma de consultoría elabora el barómetro, que China se sitúa como primer país destino de inversión previsto por los ejecutivos españoles. Desde 2013 hasta ahora el gigante asiático se había ido posicionando, pasando de ser el décimo destino preferido hasta ocupar en 2014 el quinto puesto.
"Las empresas españolas tienen avidez de salir fuera, de hacer operaciones en mercados emergentes como China e India, nos hemos quitado el gorro provinciano", comenta Rafael Roldán, socio director de transacciones de EY.
Las razones que explican la opción de países como China e India entre los preferidos para invertir por las multinacionales españolas próximamente son dos, en opinión de Roldán. La crisis económica ha impulsado en los últimos años la internacionalización de las compañías españolas.
"Las empresas han tenido que buscar negocio fuera de España, ha habido un cambio cultural", señala. Por otra parte, los grandes planes de inversión en infraestructuras previstos por los dos países asiáticos atrae a la empresa española. "Los grupos de infraestructuras españoles son líderes mundiales", advierte Roldán.
"Los grupos de infraestructuras españoles son líderes mundiales", advierte Roldán.
De acuerdo al informe de EY, el 50% de los ejecutivos españoles encuestados espera buscar activamente adquisiciones en los próximos doce meses, y una de cada cuatro empresas está evaluando al menos cinco compras en ese mismo periodo. El 75% considera que la economía española va a seguir mejorando, frente al 37% que opinaba lo mismo hace un año. Los sectores en los que las compañías van a centrar la posibilidad de llevar a cabo compras son los relacionados con la industria y la tecnología.
Parón de grandes operaciones en año electoral
En España las compañías no prevén efectuar grandes operaciones este año marcado por las elecciones municipales y autonómicas y las generales. "Las grandes operaciones en España están pendientes ante la incertidumbre que provoca un proceso electoral, principalmente en los sectores más regulados como son las infraestructuras, energía, medios o bancos", considera el directivo de EY. "Hasta que no haya un escenario político estable no veremos operaciones de gran valor económico en estos sectores, aunque sí en el mercado de empresas de tamaño medio", añade.
Sobre las consecuencias que pudieran tener sobre las decisiones de inversión los resultados de las elecciones municipales y autonómicas pasadas, o las previsiones sobre las generales, Roldán quita hierro a pronósticos derrotistas. "Tampoco hay que dramatizar, estamos en la zona euro, los cambios pueden ser buenos para ganar en transparencia", opina, y señaló que una cosa son las promesas electorales incluidas en los programas políticos y otra la realidad que surge "cuando te sientas a negociar y tienes que tomar decisiones y gestionar".
Maite Ballester, asesora sénior de EY, expresidenta en España de la sociedad de capital riesgo 3i, también estima que la mejora de la economía española pesa más a la hora de tomar decisiones que la incertidumbre política. "Las decisiones de inversión se verían afectadas si hubiera subidas de impuestos de sociedades, si se tumbaran las reformas laborales, a los grandes inversores lo que más les preocuparía sería que hubiera tal inestabilidad política que no quedara claro el marco normativo", dice.