El ministro de Industria, José Manuel Soria, cuando llegó al cargo se propuso no caer, al menos, en uno de los errores que cometió su antecesor, Miguel Sebastián. Al ministro de Zapatero le gustaba recibir en Castellana 162, la sede de esa mole grisácea que alberga el Departamento de Industria, a los poderosos presidentes de las eléctricas para que contribuyesen al arreglo del problema del déficit de tarifa. Había reuniones formales, pero también afables cenas que se alargaban hasta la madrugada.
Sebastián, pese a sus buenas intenciones, se volvió tan permeable al lobby eléctrico que centró sus recortes en las renovables y casi no tocó los ingresos de las tres grandes, Endesa, Iberdrola y Gas Natural Fenosa. El problema del déficit quedó ahí, sin solución, como herencia para el nuevo Gobierno.
El déficit de tarifa ya roza los 30.000 millones de euros después de que se disparasen en 2012 las primas verdes y las extrapeninsulares
Soria ha hecho todo lo contrario. Se puso a trabajar para atajar un déficit que ya roza los 30.000 millones de euros y decretó un aislamiento numantino de su equipo para evitar las interferencias de los más poderosos. Llegaron los primeros recortes en 2012, y ya no fueron sólo para las renovables, y los nuevos impuestos (7% a la generación) en enero de este año, que han atacado directamente al 'core' del negocio eléctrico de los tres gigantes.
El monumental enfado que arrastran desde el pasado año Borja Prado (Endesa), Ignacio Sánchez Galán (Iberdrola) y Salvador Gabarró/Rafael Villaseca (Gas Natural Fenosa) por no ser recibidos en Industria mientras se les aplican los recortes ha sido una de las comidillas de este sector. Semana tras semana se quejaban de que el ministro no les atendía, aunque sí trascendieron algunas reuniones no confirmadas oficialmente.
Han pedido por activa y por pasiva influir de forma directa (ya lo hacen de forma indirecta vía informes e intermediarios) en el ministro y su equipo, pero no ha sido posible.Y ahora, cuando es inminente el anuncio de la gran reforma energética y diseñadas ya sus líneas maestras, el ministro canario ha levantado su mano espartana y comienza a citar a los altos ejecutivos del sector.
Después de los contactos informales de los últimos meses, esta semana ya han empezado a pasar por Industria los presidentes. El primero, el de Endesa
Uno tras otro van a ir desfilando por Castellana para ser informados de los ajustes. El primero, Borja Prado, estuvo a principios de esta semana, según confirman a Vozpópuli fuentes conocedoras del encuentro. El ejecutivo madrileño ha sido el más beligerante frente a Soria, especialmente en lo que se refiere al fuerte recorte previsto para lo que cobra Endesa por generar electricidad en Canarias, Baleares, Ceuta y Melilla, donde sólo opera esta compañía.
Son los costes extrapeninsulares y en 2012 se dispararon hasta los 1.622 millones, lo que elevó el déficit de tarifa (la diferencia entre lo que cuesta generar la energía y lo que los ciudadanos pagan por ella) a 5.511 millones de euros sólo en el pasado año (un 28,7% por encima de la previsión inicial), reventando cualquier atisbo de solución a corto y medio plazo de esta 'hipoteca' que arrastra el sistema eléctrico desde 2002.
Soria ha comunicado a Prado que habrá un recorte de costes de 400 millones menos de euros (dependerá de los ajustes finales) en las extrapeninsulares. Y además que perderá dos centrales de bombeo en Canarias, que pasarán a manos de Red Eléctrica de España.
Para calmar al ejecutivo madrileño, y por extensión al resto de presidentes, el canario Soria le ha recordado que peor parte se han llevado las empresas renovables, que tendrán que asumir una nueva bajada de la rentabilidad de sus instalaciones del 18% al 9%, a cambio eso sí de alargar el tiempo de concesión de las primas verdes.
Los recortes, que serán de 4.000 millones este año, también afectarán a la distribución y el transporte, y de nuevo a las energías renovables
Y también habrá un recorte de en torno a 500 millones de euros en los ingresos de la distribución y otro tanto para el transporte, que cobran Red Eléctrica y Enagás, los dos operadores del sistema. De hecho, también José Folgado y Antonio Llardén, sus presidentes respectivamente, también pasarán por Industria en los próximos días, al igual que harán Galán y Gabarró. Así, las medidas que se anunciarán en junio prevé un ahorro de costes en el sistema de 4.000 millones de euros.
Después pasarán los máximos ejecutivos de las empresas renovables, con José Manuel Entrecanales (Acciona) a la cabeza, y sus patronales.
Pero aunque Soria ha entreabierto las puertas de Industria a los poderosos, en lo que se mantiene intransigente es en que esta permeabilidad llegue al actual Secretario de Estado, Alberto Nadal, hermano gemelo de Álvaro, jefe de la Oficina Económica de Moncloa, a su equipo y a los técnicos de Red Eléctrica que están trabajando para cerrar el diseño definitivo de la mayor reforma energética habida en España en los últimos lustros, que será presentada a principios de junio.