La factura de la antigua Caja del Mediterráneo sigue creciendo. El Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) ha vuelto a actualizar las pérdidas relacionadas con el Esquema de Protección de Activos (EPA) firmado con Banco Sabadell tras la adquisición de la CAM. Y el agujero provocado por la entidad calificada como "lo peor de lo peor" por el anterior gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, es cada vez mayor, tal y como muestran las cuentas anuales del FGD publicadas este martes.
Tal y como se refleja en el informe anual correspondiente al pasado ejercicio, los expertos independientes contratados por el FGD estiman para la cartera protegida por el EPA unas "perdidas totales" de unos 11.701,1 millones de euros, de los que más de 6.255,1 millones de euros correrán enteramente a cargo del fondo público que cubre los depósitos de los clientes bancarios españoles con aportaciones de las propias entidades. El quebranto para el FGD es notablemente mayor (unos 1.441,2 millones) al registrado un año antes, cuando se estimaba en poco más de 4.800 millones.
Las estimaciones de pérdidas registradas por los responsables del Fondo difieren en varios cientos de millones con las de los expertos independientes. "Considerando las fechas esperadas de los pagos, el valor actual de la pérdida a cargo del FGD a 31 de diciembre de 2015 (...) asciende a 5.852,5 millones de euros. Este importe es superior en 1.164,9 millones de euros al resultante de actualizar financieramente a 31 de diciembre de 2015 la cuantía de 4.551,1 millones de euros, que fue calculada el 31 de diciembre de 2014 como valor actual a tal fecha de la pérdida a cargo del FGD según el informe de los expertos independientes entonces disponible y que figuraba como cobertura a esa fecha", según señala el organismo público en su informe.
Junto a los 6.200 millones de la CAM, hay otros 1.700 millones de Unnim
El EPA de la CAM fue firmado entre el Fondo y Banco Sabadell en 2011, como condición para que la entidad presidida por Josep Oliu se quedase con la antigua caja alicantina, rescatada un año antes por el Estado. Entre las condiciones de las que podía beneficiarse Sabadell estaba el hecho de que el FGD asumiría durante 10 años el 80% de las pérdidas sufridas en una cartera de activos "predeterminada" con un importe total de 24.644,3 millones de euros y apenas 3.882 millones en provisiones ya constituidas.
También se incrementa la factura estimada por los expertos en otro de los EPA firmados por el FGD: el Unnim Banc, que acabó absorbida por BBVA. A 31 de diciembre de 2015, la pérdida esperada de la cartera protegida era de 3.497 millones de euros, de los que la parte a pagar por el fondo público ascendía a 1.733 millones. Este coste es casi 143 millones de euros superior al registrado un año antes por los mismos expertos independientes. En el caso del EPA de Caja Castilla-La Mancha, por su parte, la factura se encareció otros 13,8 millones de euros durante el pasado ejercicio.
El doble de pérdidas en 2015
Más allá de los costes de los EPA, el resultado del ejercicio 2015 supuso el reconocimiento de un resultado negativo de unos 419 millones de euros. Son unas pérdidas un 53% mayores que las registradas (-274 millones) en la cuenta de resultados de 2014. El principal motivo para obtener este resultado tan negativo está en las menores aportaciones de los bancos partícipes (898 frente a 1.644), que han tenido que dividir su derrama en dos, ya que desde este pasado año han de aportar también para el fondo de resolución único.