Sabadell y el gigante estadounidense Centene, que controlan cada uno el 50% del grupo hospitalario Ribera Salud, estudian la compra de hospitales en el mercado español y en el extranjero para mitigar el golpe a su negocio que supondrá la no renovación de la concesión del Hospital de la Ribera, en Alzira, que vence en 2018.
El presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, anunció la pasada semana que esta legislatura recuperará dos de los hospitales gestionados por grupos privados, el de Alzira (en Valiencia), y el de La Marina, en Denia (Alicante). El Hospital de Alzira, de Ribera Salud, fue una de las primeras concesiones de la gestión de un centro público a una empresa privada, y dio lugar al conocido como 'modelo Alzira'.
El fin de la concesión del Hospital de la Ribera restará unos 200 millones al negocio del grupo
En el debate de las Cortes celebrado el pasado día 14 en Valencia, Puig dijo que por razones de "eficiencia, calidad, y transparencia" se iniciaría esa misma semana la recuperación del Hospital de la Ribera. El anuncio no sorprendió al grupo hospitalario privado "pero sí la verbalización del anuncio, esperábamos que aportara una hoja de ruta, creemos que ha faltado cierta sensibilidad", lamentan fuentes de Ribera Salud. La compañía entiende que la razón de la no renovación de la concesión obedezca a razones políticas, pero no empresariales o de gestión: "La satisfacción de los pacientes es de las mejores del sistema hospitalario", defiende, "el modelo Alzira de colaboración público-privada es un caso de éxito y objeto de estudio de instituciones nacionales e internacionales".
Los ingresos de Ribera Salud dependen, en un 90% aproximadamente, de los pagos de la Generalitat valenciana. El pasado ejercicio, estiman las fuentes consultadas, Ribera Salud facturó 500 millones de euros, y de esa cantidad entre el 35% y el 40% lo generó el Hospital de la Ribera.
"Obviamente la decisión del Gobierno valenciano reduce el tamaño del grupo, pero era un escenario que ya contemplábamos como muy probable", comentan fuentes cercanas a los propietarios de Ribera Salud. "La decisión no altera la relación entre Sabadell y Centene; ahora hay que buscar una alternativa de crecimiento", añadieron. "Nuestra intención es que la compañía siga creciendo, buscaremos oportunidades tanto en España como en el extranjero, operaciones en las que podamos encajar el modelo de negocio de Ribera Salud", explicaron, y apuntaron que en estos momentos "no hay ninguna operación inminente".
Las desaparecidas Bancaja, CAM, y Caixa Carlet compraron en 1997 la empresa Ribera Salud para optar a la adjudicación de la construcción y gestión del hospital de Alzira, un hospital público de gestión privada impulsado por el gobierno de Eduardo Zaplana. La integración de Bancaja y CAM en Bankia y Salbadell respectivamente dejó el accionariado de Ribera Salud repartido entre estas dos entidades. El grupo estadounidense Centene adquirió en 2014 la participación del 50% que Bankia tenía en Ribera Salud.
El grupo Centene facturó el pasado año 21.265 millones de dólares. Su modelo de negocio, relacionado con las prestaciones sanitarias a entidades públicas, se ha visto reforzado gracias al conocido como Obamacare, la Ley de Protección al Paciente y Cuidado de Salud Asequible, promulgada en 2010.