Pemex vuelve a la carga contra el presidente de Repsol, Antonio Brufau. La petrolera estatal mexicana, que ya trató junto a Sacyr de echarle de la presidencia en agosto de 2011, ha empezado a calentar el consejo que hoy celebrará la petrolera española en Madrid.
Pemex controla el 9,4% de Repsol y desde hace un mes viene amenazando a Brufau con vender esta participación si no desbloquea el conflicto con Argentina, ya que la petrolera mexicana está negociando con YPF fórmulas para participar en la explotación del yacimiento Vaca Muerta.
Y para ello ha hecho llegar al ejecutivo de Mollerusa una propuesta de paz con YPF con la creación de una sociedad conjunta en la que la argentina tendría un 51%, la española un 49% y la mexicana, un 2%. Juntas podrían explotar un 6% de todo el yacimiento.
Pero Brufau se ha negado en rotundo a aceptar esta propuesta, porque valoraría la participación de Repsol en 5.000 millones de dólares (los analistas consideran inflada esta valoración), según las estimaciones de YPF. Aún así, esta cantidad es muy inferior a los 10.500 millones que pide Repsol a Argentina en compensación por la expropiación de YPF.
El presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, ha puesto en revisión los acuerdos de Pemex con Repsol y prefiere que la petrolera estatal reoriente sus inversiones a países como Argentina
Brufau se ha movilizado para que los accionistas de Repsol y los miembros del consejo le apoyen en el rechazo a esta propuesta. Es ahí donde chocará con Pemex, que bajo la batuta de Emilio Lozoya, hombre de confianza del presidente de México, Enrique Peña Nieto, ha puesto en revisión sus acuerdos con la petrolera española.
El malestar de Pemex con Brufau se ha puesto de manifiesto este martes. El diario mexicano Excelsior publicó que la petrolera mexicana no está conforme con la gestión de Brufau al frente de Repsol y con el bloqueo a una posible solución en Argentina.
El diario recoge duras críticas contra el ejecutivo catalán, al que se le acusa de elevar las retribuciones a sus consejeros con el objetivo de manejar sus decisiones y evitar la disidencia interna. El documento que recoge Excelsior critica que Repsol paga a cada uno de sus consejeros no ejecutivos “una media de 305.000 euros brutos al año y una retribución máxima de 442.000 euros”, lo que representa 2,3 veces más de lo que British Petroleum paga a los integrantes de su consejo (130.000 euros) y 1,8 veces más de lo que cobran en la holandesa Shell (162.000 euros).
No queda ahí la andanada. El documento critica que Brufau cobrase 10,5 millones de euros brutos en 2011, “casi 4 veces más que la compensación (sic) que recibió R. W. Dudley, el CEO de British Petroleum, cuando la petrolera británica tiene una capitalización bursátil nueve veces mayor que la de Repsol”.
Todos estos datos corresponden al ejercicio 2011 y han sido extraídos de las memorias de Gobierno Corporativo de Repsol, que han sido auditadas y publicadas en los registros de la CNMV. La retribuciones del presidente y de sus consejeros están aprobadas por unanimidad en el consejo de administración, con el 'sí' de todos sus miembros, incluido el representante de Pemex.
Pemex y su entorno se han movido en las últimas semanas para tratar de convencer a Brufau de que es mejor un mal acuerdo con Kirchner que mantener viva la batalla judicial y arbitral en los organismos internacionales, pues los procesos se demorarían años y no existen garantías de que la presidenta de Argentina aceptase las sentencias o resoluciones sobre el caso.
Pemex ha tratado de contar con el apoyo de La Caixa y Sacyr para forzar a Brufau a aceptar el acuerdo. De hecho, Isidro Fainé, presidente de la caja catalana, que posee un 12% de Repsol, también trató en dos ocasiones de tender puentes entre Kirchner y Brufau.
Además de Pemex, también La Caixa ha intentado tender puentes con Kirchner, pero Brufau ha rechazado las propuestas porque aspira a recibir 10.500 millones de dólares por la expropiación del 51% de YPF
No fue posible y el rechazo del presidente de Repsol a sus propuestas de negociación ha provocado el enésimo enfrentamiento con su accionista histórico, que esta vez se ha saldado con una ruptura personal entre los dos.
Fainé ha desistido ya en su intento de facilitar un acuerdo pacífico con Argentina. Mientras tanto, Pemex se muestra desencantada no sólo con la estrategia de Brufau en el caso argentino, sino también con el cumplimiento de los compromisos alcanzados con la dirección de Repsol tras la ruptura del acuerdo de sindicación de acciones entre Pemex y Sacyr. "No se han cumplido los acuerdos prometidos por la dirección de Repsol con Pemex una vez que la mexicana enterró el hacha de guerra y se desligó de Sacyr", señalan fuentes empresariales mexicanas.
Esto, unido al atractivo de Vaca Muerta, uno de los mayores yacimientos de petróleo y gas no convencional del planeta, ha hecho que Pemex se distancie de su participada en España, que pocos réditos estratégicos le ha generado, y opte ahora por volcar sus esfuerzos en Argentina, donde está todo por hacer.
Pemex ya ha amenazado con vender el 9,4% de Repsol y así tener las manos libres para poder invertir en Vaca Muerta
Pemex, tras el cambio de Gobierno en México, no tiene ataduras político-empresariales con España y ya ha estado negociando con YPF para invertir en Vaca Muerta, pese a que Repsol ha amenazado con demandar en la justicia internacional a todas las empresas e inversores que acuerden con YPF la explotación conjunta de Vaca Muerta.
Repsol ya ha denunciado a la estadounidense Chevron en Madrid y en Nueva York por sus acuerdos con YPF, expropiada ilegalmente a Repsol en mayo de 2012.
Toda esta tensión entre Pemex y Brufau se nota, se palpa, como confirman todas las fuentes consultadas, pero no desembocará hoy en un enfrentamiento directo en el consejo. Eso sí, las decisiones que tome el grupo estatal mexicano con su participación en Repsol y con sus inversiones en Argentina se desvelarán en muy corto plazo.