La negativa de BBVA a convertirse en accionista del banco malo, adelantada ayer por este diario, ha disparado todas las alarmas en Economía y el Banco de España. Ambas instituciones han iniciado un sondeo con el resto de entidades sanas para conocer qué intención tienen con respecto a la 'invitación' a entrar en el accionariado de la Sareb. "No se ha pedido una respuesta definitiva pero sí una declaración de intenciones sobre si se va a entrar, si existen condiciones para entrar o, definitivamente, se desdeña la opción a convertirse en accionista", aseguraban ayer fuentes del sector. Los políticos quieren conocer las intenciones de la banca a lo largo del fin de semana.
En las entidades aún existen muchos interrogantes sobre la viabilidad del banco malo. Precisamente, este ha sido el punto crucial que ha desatado la negativa de BBVA, junto a la distancia en las relaciones entre Guindos y Francisco González. Una decisión que el ministro parece quitar hierro en público -"ya le interesará a otro, otros", comentó en un corrillo tras el Consejo de Ministros de ayer, preguntado por la decisión de BBVA-, pero que, sin embargo, le preocupa en privado, como al resto del Gobierno. "En la actual situación, no podemos permitirnos el lujo de que BBVA se quede fuera de esta operación", sostienen en el PP.
La misma opinión sostienen en el sector. "El coste de imagen sería tremendo para el proceso de reestructuración del sistema financiero español. Si BBVA no entra: ¿cómo va a convencer Guindos a un inversor extranjero que la Sareb es algo rentable?", sostienen desde uno de los grandes. Como informó ayer también este medio, ningún fondo internacional ha acudido a la llamada de Economía. El sector confía en poder reconducir la situación con BBVA. "Será complicado porque, en todas las reuniones, siempre han cuestionado la viabilidad del proyecto con el esquema que se estaba diseñando. O existe un cambio radical en la estructura de la Sareb, con diferentes repartos de poder, riesgos y aportaciones, o será complicado que den marcha atrás", reconocen desde uno de los competidores.
Ante la negativa de BBVA, Guindos comentó tras el Consejo de Ministros que "ya le interesará a otros, otro"
A la negativa de BBVA, se une que Santander y La Caixa tampoco han confirmado su presencia en el accionariado del banco malo. Precisamente, estas dos entidades tendrían que repartirse la factura de capital (500 millones) y riesgos que dejaría vacante la entidad presidida por FG.
Este cúmulo de incertidumbres ha obligado a Economía y el Banco de España a convocar una cumbre por el banco malo para el próximo viernes 30 de noviembre, el mismo día en el que el Memorando de Entendimiento (MOU, en inglés) obliga a que esté creada y operativa la sociedad que gestionará los activos tóxicos de las cuatro entidades nacionalizadas y del resto que reciban ayudas públicas.
En ese encuentro, los responsables gubernamentales se han comprometido a desgranar los detalles básicos de los que no han informado a las entidades en anteriores reuniones. Uno de ellos será el impacto fiscal que tendrá para los accionistas formar parte del capital de la Sareb. "Ningún fondo extranjero se cree que la Sareb no vaya a computar como deuda pública. Por eso no entran", admiten desde un banco de inversión.
Los políticos quieren saber antes del fin de semana si habrá nuevas bajas. BBVA sólo cambiará de opinión si cambia por completo el diseño de la Sareb, algo que se antoja improbable
Además, la banca quiere conocer qué margen de decisión y actuación va a tener como futuro socio en la gestión de la Sareb cuando ya se ha impuesto a Belén Romana, la candidata de Guindos, como presidenta. Al encuentro también acudirá Romana.
Otro de los puntos de fricción es la intención de Economía de que los socios del banco malo ofrezcan también una solución a los tenedores de participaciones preferentes o deuda subordinada de las cuatro entidades nacionalizadas. "Ese coste debe asumirlo el Estado, no las entidades", explican en el sector.
Mientras Santander y La Caixa siguen planteándose la inversión en la Sareb, el resto de entidades tienen poco margen para negarse a la 'invitación' de Economía. Ese grupo lo forman Sabadell, Popular, Unicaja, Kutxabank o Bankinter. "Tendremos que entrar, aunque a ninguno nos apetece", explican desde una de estas entidades. "Nosotros no podemos echarle un pulso a Guindos. BBVA, sí", aseveran en otra.
Las dudas que existen en la banca ha llevado a Guindos a continuar los contactos con el mundo asegurador. Mapfre es una de las entidades llamadas a convertirse en accionista de la Sareb.