No todo son recortes en el futuro de Iberia. El plan presentado por la compañía tanto a los sindicatos como al Gobierno incluye una partida de inversiones de hasta 2.000 millones de euros hasta el año 2017, muy basadas en la renovación de la flota aunque, eso sí, en la de corto y medio radio.
Precisamente ha sido uno de los factores que ha puesto en pie de guerra a los sindicatos, con los que la compañía pretende iniciar las conversaciones sobre el ajuste el próximo lunes. Los representantes de los trabajadores consideran abusivo el hecho de que la compañía piense en despedir a casi un cuarto de la plantilla mientras que buena parte de la inversión futura se destinará a remozar la flota pensando en rutas de corto y medio recorrido.
De los 2.000 millones de inversión previstos, el 60% se destinará a adquirir nuevas unidades del A319, A320 y A330, destinados al corto y medio radio en los que apenas un 5% de las rutas resultan rentables para Iberia. En el largo radio, la cifra se incrementa hasta algo más de un tercio de las rutas.
Con este panorama, Iberia sólo asegura su presencia en el aeropuerto de Madrid-Barajas, al que considera clave para la operación pero que debe lograr costes competitivos al tiempo que mantener márgenes con terceros. Para el resto de los aeropuertos, la compañía no asegura su presencia; sólo en aquellos en los que obtenga una rentabilidad considerada como aceptable, es decir, entre el 10% y el 20%. No obstante, la compañía trasladó al Gobierno que el hecho de no llevar a cabo el ERE de 4.500 personas que plantean podría llevar a la empresa incluso a no poder sostener el 'hub' de Madrid.
Sin nuevo plan la negociación se complica
El resto de la inversión prevista se reparte entre el mantenimiento de la flota ya existente, las áreas de handling y carga y otras inversiones como sistemas y licencias de mantenimiento para nuevos motores.
La compañía tiene previsto comenzar las conversaciones con los sindicatos el próximo lunes, día en el que está llamado el comité intercentros de los trabajadores de tierra y la representación de los tripulantes de cabina en el comité de empresa de vuelo. Las centrales han reiterado que no negociarán este plan aunque, por el momento, Iberia no les ha presentado uno nuevo por lo que lo más probable es que las conversaciones comiencen con un notable desencuentro.
El pasado martes, el Ministerio de Fomento también quiso conocer la versión de los sindicatos sobre el ajuste planteado por la compañía. Los representantes de los trabajadores trasladaron al Gobierno su preocupación por el hecho de que los recortes suponen un desmantelamiento en potencia de la aerolínea; en definitiva, dejarla en una situación muy complicada con vistas a la definitiva integración con British Airways allá por el año 2016.