El gas natural como combustible alternativo se expande a pasos agigantados. Si en Europa las ventas de estos modelos se han triplicado, en España se han multiplicado por seis desde 2010. Con todo, el interés por el gas natural comprimido como combustible alternativo aún se encuentra en una fase muy inicial en España. Seat, se ha convertido en una de las marcas que más apuesta por este combustible, y nuestro mercado se ha convertido ya en el tercero más importante después de Italia y Alemania.
Antonio Calvo, responsable de Sustainable Mobility Manager de Seat, explicó durante la jornada Sostenibilidad 2017: El reto de las grandes compañías en la preservación y mejora medioambiental, organizado por Vozpópuli y Executive Forum, cómo el desarrollo de este combustible va ligado al de las propias infraestructuras y, de hecho, en España actualmente solamente existen para uso privado 63 estaciones de gas -conocidas como 'gasineras', una cifra que irá poco a poco en aumento para poder llegar a ofrecer un mínimo de servicios con el que activar definitivamente este combustible.
La UE señala que para 2025 deberá haber una estación de repostaje de gas como mínimo cada 150 kilómetros. Madrid y Barcelona son actualmente las ciudades con mayor número de gasineras y con mayor proyección. Hasta 17 tendrá la capital de España de aquí a un año y 12 serán las que tendrá Barcelona en funcionamiento en ese periodo.
Modelos como el Seat León TGi permiten cubrir cerca de 400 kilómetros con su depósito de gas natural y, una vez que se vacía, entra en funcionamiento de forma automática el depósito de gasolina. 15 kilos de gas natural que, respetando los límites de velocidad y practicando una conducción eficiente sin grandes aceleraciones, para esos 400 kilómetros que supone un consumo equivalente a 3,5 euros cada 100 kilómetros. Una distancia que con el León diésel más eficiente de 110 CV -la misma potencia que el GNC- supone unos 4,5 l/100 km o, lo que es lo mismo, más o menos 5 euros cada 100 kilómetros, casi un 30% más caro que con el Gas Natural.
A esa mayor eficiencia económica hay que añadir la mayor eficiencia en cuanto a contaminación, según apuntó Calvo. Porque uno de las principales ventajas frente a otros combustibles está en la reducción de las emisiones de CO2 y los óxidos de nitrógeno NOx, sobre todo en relación al propio diésel, reduciendo en torno a un 25% las emisiones de CO2 respecto a los motores de gasolina y un 87% las de NOx respecto a un diésel.
Esto le ha permitido a Seat recibir la etiquetación verde por parte de la DGT de calificación Eco de bajo nivel de emisiones en sus modelos León y Mii, con las consiguientes ventajas en ciudades como Madrid en cuanto a reducción en las tarifas de aparcamiento en las zonas reguladas del 20%, del 70% en el impuesto de matriculación o la posibilidad de circular libremente en días de restricciones de tráfico por episodios de alta contaminación.