Las grandes constructoras españolas presumen de estar presentes en buena parte de los proyectos de infraestructuras más emblemáticos del mundo pero este escenario corre peligro ante la pujanza de los grupos asiáticos, que amenazan el liderazgo mundial en el sector de las empresas europeas y de las españolas en particular. Ante esta situación, las compañías han considerado que la solución podría estar en el Banco Europeo de Inversiones (BEI), al que le pedirán que multiplique prácticamente por cuatro su aportación a los proyectos de infraestructuras.
El BEI viene financiando proyectos por valor de unos 8.000 millones de euros cada año. La pretensión de las constructoras es que la entidad dependiente de la Unión Europea eleve esta cantidad hasta los 30.000 millones por cada ejercicio, según señaló el presidente de Seopan, la patronal de grandes constructoras españolas, Julián Núñez.
En su intervención en una jornada sobre el sector organizada por Ernst & Young, Núñez manifestó su preocupación por el hecho de que los grandes grupos constructores asiáticos cuentan con un fuerte apoyo por parte de organismos nacionales de financiación en sus respectivos territorios, lo que les permite presentar ofertas mucho más competitivas y, además, ser capaces de armarlas en un tiempo récord.
“Si el BEI no incrementa su aportación no será posible competir con las compañías asiáticas e incluso con las de países como Brasil”, cada vez más pujante en cuestión de infraestructuras, señaló Núñez.
El presidente de Seopan señaló que el lobby constructor europeo lleva meses trabajando en este sentido y ya ha elaborado documentos de trabajo para plantear la cuestión a las autoridades comunitarias, aunque también aclaró que el proceso “aún está un poco verde”.
Récord en licitaciones del exterior
Minutos antes, la ministra de Fomento, Ana Pastor, había adelantado un dato espectacular: en los diez primeros meses del año, las empresas españolas han participado en licitaciones en todo el mundo por valor de 41.000 millones de euros, una cifra que ya supera la alcanzada el pasado año a falta de dos meses por computar de 2014. Una prueba palpable del gran negocio que las compañías españolas están realizando en el exterior y que podría peligrar ante el empuje del mundo asiático.
Las compañías españolas están presentes en proyectos como la ampliación del Canal de Panamá, la construcción del metro de Riad y la realización de la línea de alta velocidad entre La Meca y Medina, entre otros contratos emblemáticos.
En el futuro, será más complicado que las compañías españolas acaparen este tipo de proyectos, especialmente cuando las empresas asiáticas comiencen a firmar contratos en el exterior de forma continuada. Las economías emergentes son las que actualmente están licitando más contratos de infraestructuras y hacia estas zonas están poniendo el foco estas empresas.
El propio continente asiático cuenta con alguno de estos mercados pero también Latinoamérica, donde las empresas españolas llevan trabajando durante muchos años pero donde también empiezan a encontrarse con competencia llegada de países como Japón y Corea del Sur. Y sin aparentes problemas de financiación.
