Bankia se sitúa a contracorriente de otras entidades. Su consejero delegado, José Sevilla, ha sido el primero en aplaudir la nueva ley hipotecaria, que otros banqueros llevan criticando desde hace meses. Para el número dos de Bankia, la norma da "mayor certidumbre, unas reglas definidas". "Todo eso lo único que puede hacer es favorecer al mercado, no restringir y encarecer el crédito", ha explicado en la presentación de resultados.
El directivo de la entidad nacionalizada ha aplaudido el anuncio del ministro de Economía, Luis de Guindos, de vender un paquete de acciones del grupo a partir de septiembre. Y se ha mostrado optimista en que la morosidad del sector caerá por debajo del 5% en tres años. Además, Sevilla se ha mostrado optimista en que no habrá pleitos por la fusión con BMN.
Bankia ganó 514 millones de euros en los seis primeros meses del año, un 6,7% más que en el mismo periodo de 2016. El resultado mejora a pesar de la caída de márgenes (entre el 2% y el 11%), sobre todo por las plusvalías por la venta de Globalvía. El frenazo de los ingresos se produjo a pesar de que Bankia más que duplicó el resultado de operaciones financieras (ROF).
El director financiero, Leopoldo Alvear, ha reconocido que los márgenes son algo peor de lo que anticipaba el grupo por la evolución del euribor. La venta de deuda pública se ha producido para anticiparse a posibles subidas de tipos de interés.
El directivo de Bankia también ha subrayado que se está por delante del objetivo de reducción de la morosidad, que era de 1.500 millones este año. En el primer semestre ha bajado en casi 1.000 millones, y la morosidad se sitúa en el 9,1%.