El dueño y fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, hace tendencia todo lo que toca, aunque sean unas simples zapatillas. Esta semana, el beneficiado de su influencia mundial ha sido una marca de zapatillas hechas en Elche, Hoff, de la que todo el mundo ha hablado esta semana.
La mujer del CEO de Facebook, Priscilla Chan, compartió este fin de semana una imagen en la que su esposo aparecía con una de estas coloridas (y reconocidas) zapatillas ilicitanas. Y la foto ha corrido como la pólvora. En la instantánea, Zuckerberg llevaba uno de los modelos más icónicos de la marca, el modelo Montreal, disponible en su tienda online por 110 euros y con un marcado estilo retro. Y todo apunta a que Zuckerberg se hizo con ellas durante un viaje que realizó a las Islas Baleares.
Al fundador de Hoff no le ha ido mal, aunque los 55 millones de euros que generó la marca en 2023 quedan muy lejos 39.098 millones de dólares de Meta. Éxito aparte, Fran Marchena, fundador de la marca, y Mark Zuckerberg tienen cosas en común, más allá de unas zapatillas: tenían un sueño y muchas ganas de llevarlo a cabo.
El sueño de Zuckerberg es más que conocido, pero el de Marchena, que no se queda lejos, es más desconocido. Ilicitano de nacimiento, el padre de Marchena tenía una fábrica de zapatos, como muchas otras familias de Elche, tierra zapatera por excelencia. Desde pequeño, su sueño era trabajar entre máquinas y diseños de zapatos y continuar con el trabajo de su padre, pero no le fue posible: antes de que pudiera empezar a trabajar en ella la empresa cerró, tras 25 años de actividad.
En ese momento, Marchena todavía estaba estudiando marketing en ESIC, en Valencia, donde se graduó en 2006. Todavía tenía esperanza de que su sueño pudiera realizarse, pero la crisis se cruzó en su camino y le truncó sus planes. Y no le quedó más remedio que "asegurarse el pan". Empezó a trabajar entonces en el Banco Santander, donde estuvo trabajando durante 10 años, fue ascendiendo poco a poco y llegó a ser Director de Transformación de la Comunidad Valenciana. En una entrevista concedida a El Mundo, aseguró que, aunque no fuera el trabajo de sus sueños, le permitió conocer "la parte numérica de la construcción de la compañía", porque, aseguró entonces, él es más creativo.
Ahí estuvo trabajando una década, hasta que un buen día, como hizo Zuckerberg, dejó todo y apostó por su gran sueño: una marca de zapatos. Desde entonces, no ha parado de crecer, sus zapatillas son la nueva moda. Sin ir más lejos, en 2022 vendió 900.000 pares de zapatillas y en 2023 facturó. Con solo siete años de vida, HOFF cuenta actualmente con 17 tiendas repartidas por toda España y 6 en el resto del mundo.
El orgullo de Marchena por la foto de las zapatillas
La foto compartida por Priscilla no solo ha generado un maremoto de comentarios en redes, sino que ha supuesto un gran orgullo para la compañía. El mismo Marchena, a través de su cuenta de LinkedIn, mostró su orgullo y su sorpresa al respecto.
"No puedo estar más feliz y orgulloso de escribir este post, pues Mark ha sido una inspiración para mí, y un referente en cuanto a emprendedor con un propósito más allá del negocio. [...] Nos alegra mucho que alguien que ha presumido de llevar un "uniforme" durante tantos años, se haya animado con uno de nuestros modelos icónicos, Montreal; sin duda, estamos en el camino correcto para convertirnos en una marca global con el sueño de inspirar al mundo potenciando la creatividad para una vida cosmopolita con estilo [...] Vamos a por ello, más ilusionados que nunca", compartió el CEO, haciendo claras referencias a ese sueño que en algún momento pudo ser un sueño compartido.
No es vano su orgullo: su marca ha pasado de ser una pequeña fábrica en un pueblo de Alicante a conquistar al más grande de Sillicon Valley. Y todo porque en su momento se atrevió a dar un salto y apostar por su sueño. Como Mark Zuckerberg.
Dondeycuandoquieras
¿Zapatillas hechas en Elche?. Quizás allí las diseñen. La fabricación es completamente china.