Economía

El misterio de los frigoríficos: ¿por qué han bajado un 37% en plena inflación?

Los frigoríficos no solo no han sufrido las consecuencias de la guerra y la inflación, sino que el sector ha visto como sus precios caían llamativamente

  • Los productos que han conseguido huir de la inflación: frigoríficos, colchones, Barbies... -

Inflación, subida de precios y crisis. Son los tres términos que más estamos oyendo últimamente, y las tres temáticas que más sueño nos están quitando últimamente. Aparentemente, todo sube: la electricidad, el gas, la luz, los alimentos… y para muchos, ir a la compra empieza a ser una tarea difícil de afrontar para sus bolsillos. 

Sin embargo, y para sorpresa de muchos, un informe de la empresa comparadora de precios idealo.es refleja que no todo está subiendo. Los frigoríficos no solo no han sufrido las consecuencias de la guerra y la inflación, sino que el sector ha visto como sus precios caían llamativamente. Si se comparan los precios del año pasado con los de este año, tal y como han hecho ellos analizando sus bases de datos, se descubre que el precio de los 'frigos' ha caído hasta un 37%.

"El caso más destacado es el de las neveras, que a principios de año se situaron de media en los 1440 €; hoy apenas superan los 905€, es decir, su coste ha caído un 37%", se puede leer en el informe. Según Kike Aganzo, encargado de comunicación de Idealo y redactor del informe, el motivo principal de este descenso de precios es que se trata de un producto cuya sustitución normalmente se puede aplazar, tal y como ha confirmado a Vozpópuli.

"En un momento de crisis como este, la gente trata de ahorrar gastos como sea. Y una nevera es algo que dura mucho, que puede aguantar sin funcionar de manera óptima, que no tiene grandes mejoras tecnológicas y que, por lo tanto, la gente prefiere apostar por atrasar la compra", explican desde idealo. Esto lleva a que haya mucho stock de producto que no se ha vendido y que por lo tanto, los precios bajen.

Tanto desde la Federación Española de Comerciantes de Electrodomésticos (FEDE) como desde la Asociación Española de Fabricantes e Importadores de Electrodomésticos (APPLiA) no quieren hacer valoraciones, "porque no pueden hacerlo por temas competitivos", y se limitan únicamente a confirmar que las ventas del sector han caído un 8%, aunque "el valor del mercado se mantiene estable en un 0,36%".

Otros productos que por los mismos motivos que los frigoríficos han sido capaces de evitar la inflación son los colchones, que han caído un 34% ("de hecho, en el mes de febrero su coste medio se situaba en los 304€, mientras que en el mes de agosto era de 215€"). El estudio de idealo apunta que también las muñecas Barbie están hoy un 28% más baratos que en el mes de febrero y el coste medio de los productos de la marca LEGO ha caído en el mes de agosto por debajo de los 100€, cuando en febrero superaban los 114€.

El análisis desvela que los abrigos cuestan hoy de media un 9% menos que a principios de 2022. Lo mismo ocurre con el calzado de invierno que se encuentra un 13% más barato que en febrero de este año, mientras que gorros o guantes caen un 5% y un 9%, respectivamente. De acuerdo a los datos recopilados por los expertos de idealo, una chaqueta de ciclismo cuesta hoy de media 93€, mientras que a principios de año se situaba en los 107€. Asimismo, el precio de la vestimenta destinada al running ha caído un 12% a lo largo del año.

¿Por qué los frigoríficos?

Una duda que puede surgir es por qué de todos los productos que no son de constante y fundamental cambio, los que más bajan, de lejos, son los frigoríficos. ¿Por qué no los lavavajillas o las lavadoras, que puedes "tirar con ellas funcionando medio mal" sin necesidad de cambiarlas?

"Principalmente, porque las neveras cumplen una función muy básica y no es necesario que se realicen demasiadas actualizaciones tecnológicas, como sí lo requieren otros electrodomésticos. Por el caso que me preguntas de lavavajillas y lavadoras, es que son dos aparatos que están en constante renovación para ser más ecológicos, que gasten menos agua, con nuevas técnicas de lavado... por lo que la gente, si se le estropea, puede aprovechar para hacer la inversión y ahorrarse dinero a largo plazo. En cambio, una nevera poco misterio tiene por lo que su demanda es menor y más estable. Si puedes evitar ese gasto, que no te va a aportar gran novedad, pues te lo ahorras", explica Aganzo.

Lo mismo ocurre con los aparatos tecnológicos, como teléfonos, ordenadores y tablets: al salir al mercado nuevos modelos con mejoras, la gente siente más necesidad de comprar para tener algo mejor. Con una nevera, que los cambios en la mayoría de los casos son estéticos, no se tiene esa necesidad, por lo que la gente es algo en lo que no invierte tanto.

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