El Gobierno no pierde la esperanza e insiste en presentar los Presupuestos de 2019, a pesar de que cada día coge más fuerza la opción de la prórroga. Quizá por eso, sigue vendiendo a los inversores internacionales las cuentas que ha pactado con Unidos Podemos y que, probablemente, se quedarán en el tintero.
En la última presentación del Tesoro, el documento que se suele presentar a los inversores en los viajes al extranjero que hacen los miembros del gobierno de turno para vender las bondades de la economía española, se obvia la prórroga y se ensalza el plan presupuestario enviado a Bruselas a mediados de octubre, con las líneas generales de las cuentas del año que viene.
En concreto, se dice que dicho plan refuerza el compromiso con el Pacto de Estabilidad y reduce el déficit público al 1,8% del PIB, al incluir un ajuste estructural de cuatro décimas. Pero, curiosamente, ni el Presupuesto ni los objetivos de déficit se han conseguido aprobar en España.
De hecho, hoy por hoy los objetivos de déficit de Sánchez (1,8% en 2019, 1,1% en 2020 y 0,4% en 2021) siguen bloqueados. El Gobierno confía en reformar la Ley de Estabilidad Presupuestaria para eliminar el veto del Senado, pero le llevará cierto tiempo.
Lo cierto es que los socios de Sánchez en la moción de censura parecen dispuestos a apoyar al Gobierno en restar poder al PP en la Cámara Alta, pero no quieren apoyar los Presupuestos, sobre todo los partidos independentistas, que se han cerrado en banda tras conocer los escritos de acusación de la Fiscalía y Abogacía del Estado contra los políticos catalanes encarcelados.
Habrá prórroga el 1 de enero
Así que las cuentas están hoy un poco más lejos. De hecho, la prórroga se aplicará sí o sí el 1 de enero y muchas de las medidas incluidas en las cuentas se aprobarán por decreto, como la subida del SMI a 900 euros, la mejora de las pensiones o la subida salarial a los funcionarios. Si hay cuentas, no verán la luz hasta primavera.
Pero el Gobierno no reconoce eso ante los inversores extranjeros. En la presentación no se hace ni una sola mención a la prórroga a pesar de que es un hecho. En cambio, se habla abiertamente del ajuste de cuatro décimas que se supone que incorporarán las cuentas, el mayor desde el año 2013.
También se incluyen los objetivos de déficit de Sánchez, aunque no son oficiales. Y las cifras de deuda, que promulgan un descenso de este parámetro hasta el 95,5% en 2019. Pero nada sobre la inevitable prórroga que el Gobierno es consciente que tendrá que aplicar en apenas mes y medio.
El Gobierno sigue intentando ganarse el favor de los grupos para presentar las cuentas antes de que acabe el año
No se trata de un descuido porque la publicación se actualiza mes a mes y en este caso hace incluso referencia a las pruebas de estrés a la banca de la Autoridad Bancaria Europea (EBA), que se dieron a conocer hace solo 15 días.
Eso nos demuestra que el Gobierno sigue apostando en las negociaciones, a pesar de que algunos medios han sugerido que Sánchez estudia no presentar los Presupuestos para no desgastarse. El presidente, en cambio, sigue diciendo públicamente que los llevará a la Cámara antes de final de año.
Y, mientras esto sucede, el Congreso aprovecha para apretar las tuercas. La Comisión de Hacienda de la Cámara Baja, ha forzado una comparecencia de la ministra del ramo, María Jesús Montero, la semana próxima para que hable del curso de las negociaciones. Parece que quieren hacer que el Gobierno admita de una vez que las cosas se están complicando.