Economía

La guerra mundial de la IA: Europa ya la ha perdido y hay un dato que lo demuestra

Nadie ha hablado del impacto en la UE de la irrupción de DeepSeek. Basta con repasar los informes Draghi y Letta para comprobar el inmenso retraso europeo

  • Servidores en un centro de datos.

Para saber cuántas compañías europeas lideran el ránking mundial de la inteligencia artificial (IA) basta con preguntárselo... a una herramienta de inteligencia artificial. La respuesta que aporta a Vozpópuli, por ejemplo, ChatGPT es simple: ninguna. Que la plataforma no mencione ni sola empresa de la UE no obedece a una cuestión de rivalidad (su desarrollador, OpenAI, es estadounidense). De hecho, entre las 10 primeras sí aparecen dos chinas (Tencent y Baidu).  

Si ChatGPT no destaca ningún gigante europeo de la IA es, sencillamente, porque no existe. Esa realidad es visible a través de otro ángulo. Este lunes, medio planeta descubrió qué es DeepSeek. Los avances de la empresa china en el campo de la inteligencia artificial provocaron el caos en Wall Street, arrastrando a las grandes tecnológicas. El mayor castigo se lo llevó el principal competidor de DeepSeek, la hasta ahora aparentemente invulnerable Nvidia. El pánico bursátil generó infinidad de reacciones, informaciones y análisis. Y en ninguno de ellos se hablaba de las consecuencias para los rivales europeos. 

De nuevo, la explicación es sencilla: el retraso de la UE con la IA es tan inmenso que las compañías euopeas -incluidas las británicas- pasan prácticamente desapercibidas en un contexto como el actual. La guerra mundial de la inteligencia artificial se libra entre dos bandos, el estadounidense y el chino. Europa está fuera y con pocas posibilidades de meter la cabeza.

Volvamos de nuevo al ránking. Las compañías que están abriendo camino con la nueva tecnología son las americanas OpenAI, Google DeepMind, Microsoft  (con su herramienta Azure AI), IBM (con Watson) y, por supuesto, Nvidia, líder indiscutible en la fabricación de hardware para IA. Amazon también ha hecho grandes avances para procesar pedidos y mejorar su famosa asistente virtual Alexa

Al otro lado del planeta, las chinas Tencent o Baidu -sin olvidar a Huawei- son ejemplos de avances en un terreno donde queda casi todo por descubrir, pero donde es fundamental la rapidez de posicionamiento. DeepSeek es un caso claro: la firma impulsada por el fondo chino High-Flyer ha descubierto una veta para hacer daño a los grandes (su modelo de código abierto).

Mientras tanto, ¿qué se cuece en Europa? Hay un primer ejemplo más que paradógico: la empresa británica más innovadora en IA es DeepMind y su dueño es... Google. La compañía californiana la adquirió en 2014, cuando la inteligencia artificial aún sonaba a ciencia ficción, para poner una pica en suelo europeo. La alemana SAP, la finlandesa Nokia o la francesa Scaleway también trabajan para hacerse un hueco. Ni una sola de ellas, sin embargo, puede hablar de tú a tú a los gigantes americanos y asiáticos.

El retraso de la UE con la IA es tan inmenso que las compañías euopeas pasan prácticamente desapercibidas en un contexto como el actual
 

Hay distintas razones, pero sobresale una muy elemental: la ausencia ancestral de una apuesta decidida por la innovación, la industria y la tecnología. Ello requiere impulsar y cuidar -de verdad- a las empresas, tanto a las pequeñas (DeepSeek era hasta hace poco una 'start-up'), como a las grandes (multinacionales con capacidad de plantar cara a Open IA o Google).

"La Unión Europea está ya fuera de foco", advierte el economista y ex ministro Jordi Sevilla en una entrevista recién publicada en Vozpópuli. "Todavía escucho en Europa gente que dice el mundo se está desplazando. No, el mundo ya se ha desplazado y nosotros nos hemos quedado en la esquina. La Unión Europea lleva años empeñándose en ser irrelevante y creo que lo ha conseguido", añade el actual director de la unidad de inteligencia de LLYC (Contexto).

El infierno normativo europeo

La UE y sus líderes llevan demasiado tiempo mirándose el ombligo, manteniendo o levantando barreras burocráticas o normativas mientras otras potencias las quitan. A esta conclusión llegaron dos políticos tan reputados como Mario Draghi y Enrico Letta. Ambos son italianos y ex jefes de Gobierno, y los dos promovieron sendos análisis para identificar los males de la economía europea y sus posibles remedios. 

El resultado de sus respectivos trabajos son dos informes publicados en 2024 con conclusiones similares. El de Draghi, de entrada, expone un dato para la reflexión, que anticipa por qué Europa lo tiene tan difícil para ganar la guerra mundial de la IA. En la Unión Europea no hay ni una sola empresa con una capitalización bursátil superior a 100.000 millones que se haya creado desde cero en los últimos 50 años. En ese mismo periodo fueron constituidas las seis empresas estadounidenses con una valoración superior al billón de euros.

Huelga decir, pero conviene recordarlo, que ninguna compañía europea se acerca a ese listón. La farmaceutica danesa Novo Nordisk o el gigante francés del lujo LVMH rondan los 400.000 millones. En España, la más grande es Inditex y vale en Bolsa 'solo' 156.000 millones. Ninguno de los tres ejemplos mencionados pertenece al sector tecnológico. 

Mario Draghi, que presidió también el Banco Central Europeo (BCE) apunta directamente a la "carga regulatoria que pesa sobre las empresas europeas" como el gran lastre. "Es elevada y sigue creciendo", alerta el Informe. Esa regulación infinita supone un freno para la innovación e impide a las compañías ganar tamaño. Exactamente lo contrario de lo que sucede en Estados Unidos. 

"El efecto de esta carga regulatoria es que sólo las empresas más grandes tienen la capacidad financiera y los incentivos para soportar los costes de cumplimiento", señala el documento. Por el contrario, las más pequeñas, claves para la innovación, "se ven obstaculizadas en cada etapa por políticas inconsistentes y restrictivas". Pese a todo, lamenta Dragui, seguimos añadiendo cargas regulatorias nuestras empresas".

Se trata de darle a Europa una oportunidad, no ya de ganar la 'guerra', sino de poder al menos participar en ella

El informe de Enrico Letta apunta en la misma dirección. Sólo hay que ver el título: "Mucho más que un mercado: velocidad, seguridad, solidaridad". Letta, acual presidente del Instituto Jacques Delors, lanza una advertencia dramática a los líderes políticos: Europa puede pasar de potencia economica a una mera "colonia" de sus rivales estadounidense y chino, si no hay una acción verdaderamente proactiva para salir del pozo. 

"El riesgo de desindustrialización en el continente no es irreversible, pero es una amenaza real", recuerda Letta. "Cada año, unos 300.000 millones de euros de ahorros de las familias europeas se desvían a los mercados extranjeros, principalmente a la economía estadounidense", añade.

Se trataría de repatriar esos flujos y contribuir con muchos más fondos (800.000 millones, según Draghi) a darle a Europa una oportunidad, no ya de ganar la 'guerra', sino de poder al menos participar en ella.


 

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