Heineken sufrió en sus cuentas el golpe del paro de los transportistas en España, que se alargó durante cerca de tres semanas. La compañía cervecera, dueña también de marcas como Cruzcampo, Amstel o El Águila, comenzó el trimestre beneficiándose las menores restricciones en hostelería -tras las aprobadas por la variante Ómicron-, pero la huelga de los transportes obstaculizó su crecimiento.
Así lo reconoce la empresa en sus resultados financieros del primer trimestre, en los que analiza su desempeño en todos los mercados mundiales. En lo que respecta al mercado español, Heineken apunta que el fin de las restricciones en bares y restaurantes -aforos, horarios- durante estos primeros meses se reflejó directamente en un crecimiento del volumen de cerveza en el país. No obstante, la huelga de los transportistas le supuso "un freno" a finales del trimestre.
La cervecera fue, de hecho, la única de su sector que se pronunció tajantemente contra este paro, advirtiendo incluso de que, si la situación continuaba, tendrían que paralizar las fábricas. Ya entonces, Heineken España recalcó su "gran preocupación" por el impacto que el paro de transportes estaba ocasionando en sus operaciones, en el negocio de sus clientes de hostelería y de superficies comerciales, y avisó de que sus principales clientes podrían quedarse sin servicio.
La patronal a la que pertenece, Cerveceros de España, se pronunció después en la misma dirección: "En caso de continuar esta situación, y ante la falta de aprovisionamiento de materia prima en algunas zonas del país, varios centros productivos de cerveza de diferente tamaño podrían verse abocados al cierre en próximos días, con el consiguiente perjuicio económico y en el empleo para toda la cadena de valor", explicaron. Finalmente, y aunque ninguna cervecera bajó la persiana de sus fábricas, Heineken reconoce ahora que la huelga limitó su crecimiento en el país.
Heineken ganó un 148% más
Con todo, y según informó esta semana, la compañía cervecera registró un beneficio neto de 417 millones de euros en los tres primeros meses de 2022, un 148% más que en el primer trimestre del año anterior. Los ingresos de holandesa sumaron 6.989 millones de euros entre enero y marzo, un 35,8% más que un año antes.
"Tuvimos un sólido comienzo de año, en línea con nuestras expectativas", apuntó Dolf van den Brink, presidente y consejero delegado de Heineken, por la recuperación parcial del comercio en Europa y de unos precios "asertivos" en todas las regiones. En los próximos meses, explicó el primer directivo de la empresa, la incertidumbre es mayor por el escenario macroeconómico; en concreto, esperan "vientos en contra" por el escenario inflacionista que, explicó, ejercerá más presión sobre los costes.