El 20 de abril de 2022 se ha convertido en otra nueva fecha histórica. Otra más de las muchas que se han grabado en la memoria colectiva de los españoles en los últimos dos años. El miércoles pasado se puso fin, con algunas excepciones, a la obligatoriedad de llevar puesta la mascarilla en espacios interiores. El 14 de marzo de 2020 entró por derecho propio en los anales por haberse declarado por el Consejo de Ministros el primer estado de alarma en todo el territorio nacional en tiempos de paz, “para afrontar la situación de emergencia sanitaria provocada por el coronavirus COVID 19 en España”.
Ambas fechas están separadas por más de 25 meses, que son, justamente, los que han sacudido la estructura económica del país, hasta paralizarla durante algunos meses, y han convulsionado durante muchos más el mercado laboral, hasta que ha vuelto a recuperar una cierta normalidad.
En diciembre de 2019, el paro registrado en el Ministerio de Trabajo afectaba a 3,163 millones de personas, pero en febrero de 2021 rompió la barrera de los cuatro millones, con algunos centenares de miles más “encubiertos” por expedientes de regulación temporal de empleo para evitar su contabilización. En marzo pasado, parece que se ha recuperado la normalidad con la vuelta a los 3,1 millones de desempleados.
De estos últimos 25 meses se pueden extraer algunas conclusiones. Una de ellas es que las empresas han aprovechado la desastrosa situación económica de los primeros meses de pandemia para alcanzar acuerdos extrajudiciales con parte de sus trabajadores, los mejor pagados y con más más años cotizados a la Seguridad Social, con el fin de aligerar su estructura salarial.
Esto explicaría que el número de personas que pueden permanecer percibiendo la prestación contributiva del desempleo el máximo tiempo permitido, 24 meses, haya pasado de representar el 24,86% del total en febrero de 2020 (el último mes “normal” antes de la irrupción de la crisis sanitaria), a ser el 37,36% en febrero pasado.
El periodo medio de cobro de prestaciones contributivas ha pasado de 13,32 meses en febrero de 2020 a 16 meses en febrero pasado, según el SEPE
De acuerdo con los últimos datos recogidos por el Servicio Estatal de Empleo Público (SEPE), en febrero de 2020, un total de 227.731 trabajadores tenían derecho a percibir las prestaciones contributivas por desempleo durante 24 meses; el pasado mes de febrero, 307.720, un 35,12% más. Medido en términos de porcentaje sobre el total de perceptores, el incremento es del 51,5%.
En términos absolutos es la cifra más alta de los once tramos que ofrece el Ministerio de Trabajo en su estadística mensual, que “fotografía” la situación por periodos bimensuales. El siguiente escalón por número corresponde, casualmente, a los trabajadores que solo tienen derecho a cobrar cuatro meses de prestación: 104.935, el 12,74% del total.
Aunque la excepcionalidad del momento hace difícil la realización de comparaciones homogéneas, en febrero de 2021se llegaron a totalizar 546.243 personas (el 47,27% del total de beneficiarios), que tenían derecho a percibir los 24 meses de prestaciones contributivas. Este porcentaje no hace más que ratificar que en estos últimos dos años las empresas han aprovechado las circunstancias sanitarias y económicas para “rejuvenecer” las plantillas.
Paro y prestaciones
Utilizando la media de los dos primeros meses de este año y con los datos del SEPE, en España perciben prestaciones por desempleo un total de 1.850.540, de los que 823.672 tienen derecho a prestaciones contributivas, que se cobran en función de la cotización durante el periodo en el que el trabajador ha estado activo. Son el 44,41% del total.
El resto, 1.030.868, el 55,59% del total de beneficiarios, perciben prestaciones de nivel asistencial, en forma de subsidio por desempleo (746.511 personas, el 40,25%); renta agraria, 74.838 personas (4,03%); subsidio agrario, 89.094 perceptores (4,80%), y renta activa de inserción, 120.426 beneficiarios, el 6,49%.
Las prestaciones asistenciales son ayudas económicas que se conceden a aquellos parados que no tienen derecho a la prestación contributiva por haberla agotado o ni siquiera alcanzarla siempre y cuando cumplan una serie de requisitos relacionados con sus condiciones familiares y económicas.
El nivel contributivo absorbe al 44,41% de todos los beneficiarios, mientras el nivel asistencial, incluida la renta agraria y el subsidio agrario que, únicamente se cobran en Andalucía y Extremadura, es la vía para el 55,58% restante. Cuarenta y seis de cada cien beneficiarios son hombres y el 54,22%, mujeres. El 49,72% de las prestaciones contributivas corresponde a varones y el 50,28%, a mujeres. En el nivel asistencial las diferencias se amplían: 42,63% son cobradas por hombres y el 57,73%, por mujeres.
Beneficiarios por edades
Cuanto más joven es el trabajador que ha perdido su empleo más posibilidades hay de que perciba una prestación contributiva. Así es, mayoritariamente, hasta que se alcanzan los 44 años. A partir de este listón empiezan a cobrar protagonismo las prestaciones asistenciales, que llegan a ser mayoritarias a partir de los 55 años.
Otro de los datos que sostienen el argumento de que las empresas se han quitado “lastre” en sus nóminas, prescindiendo de los trabajadores con mayores salarios y mas veteranos, es que el tiempo medio reconocido de las prestaciones contributivas por trabajador ha pasado de 14,24 meses en el año 2017, a 15,97 meses en febrero de este año (9,6 meses para los jóvenes de entre 16 y 24 años y 19,63 meses para los mayores de 60 años).
En el mismo mes de 2018 se había reducido a 13,61 meses y en los dos años siguientes cayó a 13,34 meses (2019) y 13,32 (2020) respectivamente. En febrero de 2021 aumentó, súbitamente, hasta los 17,34 meses, tras un incremento del 30,2% en apenas doce meses.
Pero, ¿cuál es la percepción media bruta diaria que recibe un trabajador por una prestación contributiva? Depende de el tiempo de cotización. En febrero de este año ascendía a 29,94 euros. En el caso de los hombres, era de 31,95 euros, y en el de las mujeres, de 27,34. En febrero de 2020 fue de 28,50 euros, 30,72, en el caso de los hombres, y 26,27 euros, en el de las mujeres.
También hay diferencias por edades. Los más jóvenes percibían en febrero pasado una media de 26,17 euros diarios, mientras los mayores de 60 años cobraban 30,16 euros. Hace dos años, las cifras eran de 25,58 y 29,01 euros, respectivamente.
ma
Todo este borreguío ha sido el que ha estado votando al PPSOE, singularmente a la psoe, durante cuarenta años, espero que muchos de ellos se vean con la soga al cuello en recompensa por el servilismo hacia los que les hicieron clase media a fuerza de convenio colectivo