El Índice de Precios de Consumo (IPC) crece un 8,4% en abril pese a las medidas del Gobierno para controlar la crisis energética, según avanza el Instituto Nacional de Estadística (INE) este jueves. La inflación inició su escalada en marzo de 2021, aunque los grandes subidas comenzaron a experimentarse ya en la segunda mitad del pasado año, con el alza de la factura de la luz.
La guerra en Ucrania y su impacto en los precios energéticos ha agravado aún más esta situación, con un encarecimiento prácticamente general de la cesta de la compra.
En marzo, el IPC creció un 9,8% respecto al mismo mes del año anterior, superando en 2,2 puntos la tasa de febrero. De hecho, el pasado mes un total de 35 provincias sufrían ya una inflación superior al 10%. Además, cuatro provincias tenían tasas del 12% o superiores: Toledo (12,6%), León (12,5%), Huesca (12,2%) y Ávila (12%).
En este contexto, a finales de ese mes el Gobierno adoptó varias medidas para controlar esta crisis energética y rebajar los precios, con un coste total de 16.000 millones de euros. Entre ellas destaca la subvención de los carburantes con 20 céntimos el litro, además de la limitación de los precios del alquiler o las ayudas directas a sectores más afectados.
Por tanto, la bajada de casi un punto y medio en la inflación se debe, principalmente, a los descensos de los precios de la electricidad y los carburantes. Sin embargo, en sentido contrario, "destaca el aumento de los precios de los alimentos y bebidas no alcohólicas, mayor este mes que en abril de 2021", explica el INE.
El contagio de la energía al resto de productos se percibe a través de la inflación subyacente (índice general sin alimentos no elaborados ni productos energéticos). La tasa anual de este índice aumenta un punto en abril hasta el 4,4%. El INE advierte que, de confirmarse, sería la más alta desde diciembre de 1995.
La inflación resta poder adquisitivo a los hogares
De momento, los hogares están perdiendo poder adquisitivo, pues los salarios únicamente se han revalorizado un 2,4%. El Banco de España (BdE) ha advertido que trabajadores y empresas deben seguir asumiendo parte de la crisis de precios porque, de no ser así, la inflación media alcanzará el 9,8%. Hay que remontarse hasta 1984 para encontrar una tasa superior, cuando la variación media del IPC se situó en el 11,3%, según los datos del INE.
No obstante, el BdE ha propuesto esta semana un pacto de rentas 'flexible' para los hogares y empresas más afectados por la crisis energética, rechazando fórmulas generales de indiciación automática de los salarios a la inflación pasada o de cláusulas de salvaguardia. Si esto no se cumple, la economía podría crecer un punto y medio menos entre 2022 y 2024, según sus cálculos.
