Exdirectivos de la cadena de supermercados DIA han coincidido en señalar al antiguo consejero delegado, Ricardo Currás, como el urdidor de las maniobras dirigidas a maquillar las cuentas del grupo, y han negado su responsabilidad en los hechos.
En esta línea se han pronunciado ante la Audiencia Nacional tanto el que fuera el 'número dos' de Currás, Amando Sánchez, como los directores comerciales Juan Cubillo (responsable del área a nivel de grupo) y Luis Martínez (jefe de la sección pero sólo para España), según han apuntado a Efe este miércoles fuentes jurídicas.
Los tres han declarado en calidad de investigados (equivalente a la antigua figura del imputado) entre la última hora de ayer y la mañana de hoy, en el marco del proceso que indaga en las irregularidades detectadas en el seno de DIA y que se remontan fundamentalmente a los ejercicios 2016 y 2017.
Currás culpa a otros directivos
Currás defendió este martes por la mañana que no existieron irregularidades contables como tales y que en todo caso la responsabilidad recaería en los directivos al frente de la parcela financiera.
Los miembros de su cúpula directiva que han pasado ante el juez por el momento han coincidido con él a la hora de poner en duda que los ajustes llevados a cabo fueran ilegales, pero han negado las acusaciones de su antiguo jefe y le han señalado directamente como el "cabecilla" de las prácticas aplicadas para maquillar las cuentas.
Amando Sánchez se desmarcó de las palabras de Currás que le apuntaban a él y aseguró que estaba centrado más en la dirección ejecutiva de Portugal que en otras labores, sin relación directa con la información financiera que se está investigando.
Además, explicó que recibía las cifras ya consolidadas a nivel de grupo, y recordó que el encargado de las cuentas de la división española era Antonio Arnanz, director financiero para el país.
Ya hoy, Luis Martínez y Juan Cubillo han asegurado que era Currás quien llevaba la voz cantante a la hora de cuadrar las cuentas y que, de hecho, pidió personalmente que fueran más agresivos en las negociaciones con los proveedores.
Según el informe forense elaborado por EY, fue precisamente a través de pagos exigidos a los proveedores como se obtuvieron ingresos para compensar otros "agujeros" y mejorar artificialmente los estados financieros de la firma.
Los dos ejecutivos han trasladado la idea de que Currás era el único que tenía una visión global de toda la empresa y daba indicaciones para cumplir los objetivos marcados ante los accionistas cuando las cuentas empezaban a desviarse.
Asimismo, Martínez ha detallado que los cierres mensuales eran hechos por Currás junto a Pilar Tejedo, exdirectora de Control de Gestión de DIA, quien también figura en el procedimiento pero como testigo.
Mientras que Currás respondió a los abogados de todas las partes, Amando Sánchez, Luis Martínez y Juan Cubillo sólo lo hicieron al fiscal y sus propios letrados.