Economía

El billete único de transportes de Puente choca con las autonomías: "Ninguna va a querer pagar"

El ministro socialista trasladó ayer su idea de implantar en España el sistema alemán, pero se va a encontrar con la oposición tajante de muchas comunidades

El billete único de Óscar Puente es una idea acertada según diferentes organismos y federaciones de transporte consultadas por Vozpópuli, pero su materialización va a resultar sumamente compleja. Se trata de un nuevo título que permitirá a los usuarios a partir de 2026 moverse con un único ticket por trenes y autobuses de toda España. Puente no ha determinado si en el caso de la alta velocidad el ticket aplica a todos los trenes o solo a los de Obligación de Servicio Público (OSP).

El problema, una vez más, está en quién pagará 'la fiesta'. Son muchas las autonomías que llevan desde hace años reclamando una solución como la planteada por el ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, pero el hecho de utilizar un único título con una única tarifa en toda España deja claro que será un proyecto que tendrá que sobrevivir a base de subvenciones.

Siguiendo la línea del modelo alemán, al que se refirió Puente al anunciar la noticia, parece claro que las autonomías tendrán que abonar, como parte beneficiada, un porcentaje de las ayudas. Desde la Federación de Trenes de Media Distancia aseguran a este diario que se trata de un anuncio que tendrá un difícil encaje porque "ninguna comunidad de entrada va a querer ayudar al Gobierno en el pago de las ayudas, o van a poner muchas trabas para ello".

Además, desde este organismo reclaman la necesidad de que se incluya la media distancia convencional o Avant en el nuevo título anunciado, extremo no clarificado por Puente: "Es imprescindible una tarjeta única para los distintos transportes que usamos a diario con una tarifa integrada", y especifican que "si se mantiene la referencia que ha dado el Ministro de 60€ en Alemania, se alinea con nuestra demanda de tarifas asequibles para usuarios recurrentes. Estaremos muy pendientes de la letra pequeña para asegurar que la media distancia que usamos, sea convencional o Avant, se incluya como servicio público, y también modalidades minoritarias como bicicletas o barcos".

Por su parte, para Carlos Perfecto, presidente de la Asociación de Usuarios del AVE de Castilla y León y portavoz de la Federación Nacional de Asociaciones de Usuarios Recurrentes de Alta Velocidad, dejar fuera a la Alta Velocidad no cumple con una de las peticiones y necesidades de los usuarios y ciudadanos de todas las autonomías, que demandan desde hace tiempo que se apruebe un Abono Laboral para quienes dependen a diario de este transporte para acudir a sus puestos de trabajo, o lugares de estudio".

Además, añade que "es una demanda histórica de las diferentes asociaciones de usuarios que, con el tren en el centro, logremos servicios coordinados y tarifas integradas. Unas tarifas asequibles, flexibles y útiles en la realidad de los usuarios".

Por ello, concluye, "se hace necesario que los territorios autonómicos (los mayores beneficiados y los más interesados en las buenas y necesarias mejoras) así como los Municipios (FEMP) sean parte de dicha ayuda económica al desarrollo de estas medidas del Estado".

Madrid no va a querer participar en la 'fiesta'

Como no podía ser de otra forma, el anuncio realizado en el día de ayer por el ministro de Transportes ha sentado como un jarro de agua fría en muchas Comunidades Autónomas de España. Entre ellas, la de Madrid. Desde Sol no ven con buenos ojos esta idea de copiar el sistema alemán e implementarlo en nuestra nación.

Primero, por el caos logístico que puede suponer, y al que hemos hecho referencia al inicio de esta noticia, y segundo por las implicaciones económicas que tendrá para las CC. AA. Si el sistema alemán acabó provocando un agujero inmenso de pérdidas, desde el Gobierno de la nación tendrán especial cuidado en no repetir los errores del vecino europeo.

A falta de que el Ministerio siga arrojando luz sobre este proyecto, a priori integrador, pero complejo, queda por resolver el gran interrogante, que no es otro que el modo de financiar todo esto. Al tener las autonomías españolas un grado alto de competencias en materia de transporte, Moncloa va a necesitar sí o sí la cooperación de todas ellas.

Algo que desde la CAM nos comentan que no están dispuestos a afrontar, puesto que no quieren financiar de su bolsillo esta idea. Además, las relaciones entre Comunidad, Ayuntamiento y Ministerio no atraviesan su mejor momento. A las arduas negociaciones por el plan de movilidad para las obras de la A-5, se suma la nula transparencia que han tenido con el consejero para hablar de la prórroga a las bonificaciones del transporte para 2025.

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