“Se están parando ya obras”, advierten desde la Asociación de Excavadores y Transportistas de la Construcción de la Comunidad de Madrid ante la huelga de transportes. Su secretario general, Manuel Lyon, reivindica que en muchos casos el problema es que "la gente quiere trabajar y no le dejan", por lo que llama a las autoridades regionales y estatales a garantizar que los transportistas que quieran trabajar "puedan hacerlo con seguridad".
"No nos están dejando trabajar y la construcción se está paralizando ahora mismo", reconoce Lyon. "Entendemos la reivindicación del transporte, pero tenemos acuerdos con nuestras empresas, y en muchos casos, nuestros trabajadores paran por miedo".
La voz de alerta es compartida por otros agentes del sector. "La huelga está provocando la imposibilidad de acopiar materiales por parte de los distribuidores que luego abastecen a las obras, independientemente del tamaño", explica Sebastián Molinero, secretario general de la Asociación Nacional de Distribuidores de Cerámica y Materiales de Construcción.
"Esto se ha hecho muy intenso el miércoles, jueves y viernes, y vemos que de cara a la próxima semana se van a empezar a paralizar obras de forma muy generalizada, salvo que se consiga poner orden y mitigar los efectos de esta huelga", incide Molinero.
Claro que la huelga tiene como telón de fondo la crisis energética que se ha ido acumulando desde junio del año pasado. "Parecía que en el primer trimestre de este año se iba a tocar techo y el mercado había asumido este tipo de incidencias, y que además los operadores asumirían estos incrementos contra sus márgenes", esgrime Molinero. "Pero el shock provocado por la guerra de Ucrania y su efecto en el gas, la electricidad o el gasoil está dificultando tremendamente las cadenas de suministro", añade, remarcando que la situación puede ser de "franca dificultad" ya a "corto plazo" para un sector que emplea a 1,7 millones de personas.
Impacto del desabastecimiento en el ladrillo
Según señalan desde la Asociación de Empresas Constructoras y Concesionarias de Infraestructuras (Seopan), desde 2020 se registra "un incremento sin precedentes del precio de los materiales básicos de construcción, que se ha intensificado en 2021 y más aún en el primer trimestre de 2022".
En esa línea, constatan "en las primeras dos semanas de marzo de 2022 una ruptura del mercado como consecuencia de la ralentización y paralización de producción de la industria siderúrgica y cementera, que en caso de no resolverse anticipa un período de desabastecimiento de los materiales más comunes de la construcción que representan 23.000 M€ de coste sectorial nacional, el 50% del total de suministros, destacando el acero (11.025 M€), cemento (5.644 M€), aluminio (2.543 M€) , cobre (1.714 M€), materiales bituminosos (1.424 M€) y gasoil A (654 M€)".
La patronal de las constructoras ha hecho una estimación del impacto que tendría en el sector un escenario de desabastecimiento: dos semanas bastarían para que la construcción empiece a perder 2.385 millones de euros por semana (cerca de un 2% de su producción anual). Tras un mes, la actividad retrocedería ya un 3,8% respecto a 2021. Así las cosas, desde Seopan han reclamado medidas urgentes al Gobierno.