Economía

El verano ya llegó… con la luz y la gasolina disparadas

La nueva factura de la luz ha llegado en el peor momento. Los consumidores comienzan a adaptarse a los nuevos horarios mientras el precio de la electricidad cierra el mes

La nueva factura de la luz ha llegado en el peor momento. Los consumidores comienzan a adaptarse a los nuevos horarios mientras el precio de la electricidad cierra el mes de mayo en un nuevo récord. Pero escaparse a la playa no será suficiente para ahorrar. Porque el carburante ha vuelto a precios prepandemia.

La gasolina 95 y el diesel se pagan en el arranque de junio un 14% más caro que a cierre de 2020. Según el último boletín petrolero europeo semanal, el precio de la gasolina 95 ya se sitúa en 1,35 euros el litro, mientras el diesel se paga por encima de los 1,21 euros el litro. Un coste muy similar a los 1,36 euros/litro de la gasolina 95 y 1,26 euros del litro de diese que se pagaba en junio de 2019. 

El problema es que con el fin del estado de alarma, el aumento de la vacunación y el aumento de los desplazamientos, los consumidores no podrán disfrutar de las gangas en los carburantes que se registraron durante 2020. En junio del año pasado, el precio de la gasolina se situaba en 1,09 el litro de y un euro el litro de diésel. Un 24 y el 21%, respectivamente, menos que el precio actual. 

Electricidad de récord 

Si la gasolina está cara, la luz en mayo registra cuotas jamás vistas. El precio diario de la electricidad en el mercado mayorista (pool), donde las empresas compran la energía de forma diaria, cierra el mes en 67,12 euros el megavatio/hora. Un registro que supone un 3,12% más que en abril y que se dispara un 216% frente al extraordinario mes de mayo de 2020.

Según los datos de los expertos energéticos del Grupo ASE, y para apartar el golpe coyuntural de la pandemia, el mayo de 2021 sufre un aumento del 70% frente a la media de este mes en los últimos cinco años y supone la cifra más alta de un mes de mayo desde que hay registros.

La subida del precio del pool coincide con el aumento de los peajes de distribución de la electricidad, la ligera reducción del término de potencia de la nueva tarifa y un descenso de algunos de los costes del sistema.

De acuerdo a los analistas de Grupo ASE, todo ello puede traducirse en un incremento del 15% en el coste eléctrico para la empresa y la industria respecto a los últimos cinco años. Sin embargo, la subida de los precios energéticos es global y afecta también a Europa y al resto de los mercados.

Aumento de la demanda

Los datos de Red Eléctrica también muestran que junio llega con un mayor consumo. La demanda eléctrica nacional del último mes ha sido un 11,1% superior a la registrada en mayo de 2020. Si se tienen en cuenta los efectos del calendario y las temperaturas, la cifra es un 12,5% mayor respecto a mayo del año anterior.

Comparada con un periodo previo a la pandemia (mayo de 2019) y corregidos los efectos de la laboralidad y las temperaturas, la demanda de energía eléctrica peninsular desciende un 2,4%. En lo que va de 2021, de enero a mayo, la demanda de energía eléctrica ha aumentado un 5,2% frente al mismo período del año anterior. En este caso, una vez corregida la influencia del calendario y las temperaturas, la demanda es un 4,8% superior a la registrada en el mismo periodo del año anterior.

Subida del petróleo

El aumento de la demanda también se nota en el precio del petróleo. Este martes, el barril brent, de referencia para Europa, y el West Texas Intermediate (WTI), la referencia en Estados Unidos, han registrado precios que no se veían desde hace dos años.

Los analistas aseguran que este repunte viene marcado por la mayor movilidad y por las expectativas despertadas por la reunión de la OPEP+, que ha congregado a los miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y otros productores aliados como Rusia.

En el caso del petróleo brent, el precio del barril subía este martes hasta los 71,33 dólares, casi un 3% más respecto del cierre del lunes, su precio más caro desde el pasado mes de marzo. El barril de crudo WTI se ha comprado a 68,83 dólares, su mejor precio desde octubre de 2018.

En lo que va de año, el brent ha aumentado su precio un 40%, mientras que la referencia estadounidense presenta una subida de casi el 42%. El petróleo, al igual que la gasolina y la luz, vuelve a animarse en el verano como antes de la pandemia.

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