Diez años han pasado desde aquel 15 de septiembre de 2008 en el que Lehman Brothers, el cuarto banco de inversión de Estados Unidos, se declaró en bancarrota tras casi 160 años de actividad. Son muchos los que consideran ese el inicio de una gran depresión que ha provocado fuertes heridas en economías de todo el mundo, también en España, y algunas tan duras que no han terminado de curar. El mercado laboral español, por ejemplo, sigue convaleciente diez años después, con más de 3,5 millones de parados y una tasa de paro estructural podría haberse enquistado en el 15%, según algunos expertos.
La Encuesta de Población Activa (EPA) del segundo trimestre del año que publicó el INE la semana pasada nos sirve para ver cómo ha evolucionado el mercado de trabajo en estos últimos diez años. En el segundo trimestre de 2008, justo antes de que Lehman se declarara en quiebra, en España había más de 20,6 millones de ocupados y 2,3 millones de parados. La tasa de paro, por aquel entonces, se situaba algo por encima del 10% y los expertos hablaban de una tasa estructural del 8%.
No hay que olvidar que, aunque oficialmente se considera que la crisis comenzó en 2008, fue en el verano de 2007 cuando se produjo el crack de las hipotecas subprime y se desató una fuerte crisis de confianza que provocó un efecto contagio en todo el mundo. En España, además, se produjo el estallido de la burbuja inmobiliaria. De hecho, en 2007 el mercado laboral español marcó cifras históricamente buenas, con 1,7 millones de parados y una tasa de paro del 7,93%.
Hoy, diez años después, España ha sido capaz de conquistar de nuevo los 19 millones de ocupados y una tasa de actividad que roza el 60%, pero sigue teniendo 3,5 millones de parados y una tasa de paro que sigue por encima del 15% y que, según algunos expertos, podría haberse convertido en estructural. De hecho, muchos ven ya un agotamiento en la mejora del mercado de trabajo.
Es lo que opina, por ejemplo, el servicio de estudios de BBVA, BBVA Research, que en la última edición de su 'Revista España' advirtió de un posible agotamiento en el ritmo de creación de empleo por posibles restricciones de capacidad en algunos sectores o de falta de mano de obra cualificada.
De hecho, la entidad cree que España podría haber llegado ya a su nivel de paro estructural, situado en el entorno del 15%, aunque es una cifra muy difícil de estimar y que hay que tomar con mucha cautela. En cualquier caso, el banco considerable factible una ralentización de la creación de empleo y un aumento de los salarios por encima de la productividad.
Reformas
¿Qué es el paro estructural? Es aquel que precisa reformas importantes o cambios en el modelo productivo para poder reducirlo. Un estudio reciente de la Fundación de Cajas de Ahorro (Funcas) también lo situaba cerca del 15%, entre el 14% y el 16%, concretamente. La Comisión Europea es mucho más pesimista y cree que el nivel del paro estructural español puede estar más cerca del 17%.
¿Puede bajar el paro de ese nivel estructural si no se toman esas medidas? Sí puede, el Gobierno, de hecho, espera que el paro baje al 10% en 2021, pero los expertos creen que cualquier bajada a partir de ese nivel acaba generando tensiones en los salarios y los precios. De ahí la importancia de seguir trabajando para reducir el desempleo sin afectar a otras variables.
Por eso, casi todos los expertos llevan tiempo reclamando a los sucesivos gobiernos reformas que permitan dar un verdadero impulso al empleo en España y que mejoren la calidad del mismo. El equipo de Pedro Sánchez, ha abierto varias mesas de diálogo con los agentes sociales para plantear nuevos cambios en el mercado laboral y derogar los aspectos más negativos de la última reforma. Veremos qué van planteando.