Amazon, Google y Apple han decidio dejar fuera del paraguas de sus servicios a Parler (aquí explicamos qué es). Argumentan su decisión en que la red social no modera su comunidad de usuarios como debería, y permite que determinados perfiles inciten a la violencia y el odio.
Si es o no una decisión acertada depende del ángulo ideológico con el que se mire; así está -tristemente- el percal. La única realidad es que en Twitter se han visto también tuits y perfiles cuestionables en mayor o menor medida. Willy Toledo cagándose en Dios, perfiles de Podemos apoyando a quienes en 2016 rodearon el Congreso o a Santiago Abascal alentando a la expulsión de inmigrantes de España. No son tuits que fueran a firmar precisamente las Hermanas de la Caridad. ¿Habría sido justo el cierre de sus cuentas o, llegado el caso, el de Twitter? He ahí el dilema.
Otra realidad palmaria es que Parler ha estado en Internet hasta que Amazon, Google y Apple decidieron lo contrario. Las dos últimas dejándola fuera de la tienda de aplicaciones -ya no se puede descargar de esos sites- y Amazon expulsándola de su servicio de alojamiento.
Consecuencia: cuando se trata de acceder a Parler el botón de Intro nos devuelve una página nívea, sin contenido más allá del que advierte que esa dirección no lleva a ningún sitio. Ya no existe. Parler ha decidido denunciar a Amazon por violación antimonopolio, incumplimiento de contrato e interferencia comercial ilegal. El problema de fondo es que Google, Amazon y Microsoft se reparten la porción más grande de la tarta del mercado del alojamiento de webs mundial.
Casi el 60% del sector de la nube está en manos de estas tres grandes tecnológicas norteamericanas. Amazon posee el 31,7%, Microsoft el 16,8%, Google el 8,5% e IBM el 3,8%. En la dictadura china cuentan con Alibaba, pero su nube apenas alberga el 4% del sector mundial. El porcentaje restante, formado por corporaciones de menor tamaño, es del 35,2% -datos de principios de 2019-.
Alternativas fuera de los GAFA
Así las cosas, Parler posee alternativas para volver a levantarse -virtualmente hablando-, pero lo sucedido provoca escalofríos. De la noche a la mañana -literalmente- un sitio de Internet deja de estar disponible, cae fulminado. Ni acceso al contenido histórico, ni comentarios anteriores, ni nada. Aquí paz y después gloria.
Como decimos, hay otras alternativas para Parler, pero los tentáculos de las grandes tecnológicas (los llamados GAFA, Google, Amazon, Facebook y Apple) son tan numerosos que se puede decir que son empresas ubicuas en la red de redes. Google posee servicios de búsqueda, mapas, correo electrónico, videoconferencias, cloud... Amazon es el primer e-commerce a escala mundial, además de primera empresa por alojamiento en la nube, y Microsoft está en el ordenador en el que se escribe este análisis y posiblemente en el que usted lo lee.
El debate que se plantea en este artículo no es si es justo el cierre o no de Parler. El debate es el poder que han alcanzado quienes tienen potestad para invisivilizar a un tercero. Como corporaciones privadas que están en el derecho de elegir la clientela, lo cual no deja de ser aterrador, no ya sólo por el control que pueden ejercer sobre nosotros -que ya ejercen-, sino por el que pueden conseguir en el futuro. Y lo que es aún más sangrante, aunque sea harina de otro costal, es lo que tributan en nuestro país. Son migajas. La cifra no se corresponde con el volumen de negocio; con lo que usted y yo hacemos medrar sus ingresos cada vez que utilizamos sus servicios desde España.