Naturgy tiene paralizada, aunque no cancelada, su decisión de dividirse en dos con su 'Proyecto Géminis'. Por otro lado, archivó la opción de nombrar a un consejero delegado que acompañase a Francisco Reynés, tras el el fichaje frustrado de Ignacio Gutiérrez-Orrantia. Dos hechos que abrieron heridos dentro de su consejo y que se intentaron calmar con un aumento del dividendo. Pero el mercado espera novedades en los próximos meses entre los miembros de esa mesa de gobierno.
Este miércoles los analistas de Barclays compartían un informe con sus clientes con sus previsiones sobre esta empresas que siguen de cerca. Y tienen claro que el próximo hito en Naturgy será el avance hasta el 16,7% del accionariado por parte del fondo australiano IFM, con el objetivo final de pasar de uno a dos consejeros en la energética española.
“IFM seguirá comprando acciones de Naturgy en el mercado para alcanzar el 16,7%”, explican los expertos del banco británico. “Una participación necesaria para solicitar un segundo puesto en el consejo de Naturgy y tener la misma presencia en el consejo que el resto de accionistas”, añaden. IFM es dueño 14,5% de la gasista española, según se indica en su informe semestral publicado en julio en la CNMV. Una posición que previamente aumentó en enero hasta el 14%.
El fondo australiano ha engordado su paquete accionarial de Naturgy hasta en seis ocasiones desde su entrada en octubre de 2021. Entre otras cosas, porque la OPA parcial que lanzó en 2021 tuvo menos éxito del que esperaban, su objetivo era alcanzar el 22,69% de la energética española y la operación se cerró en el 10,8%.
Un avance clave
Según Barclays, el mercado espera que el fondo que dirige Jaime Siles en Europa siga ampliando poco a poco su participación. Desde IFM han preferido no valorar a Vozpópuli esta declaración de intenciones que anuncian los analistas del banco británico.
Los analistas consideran que esta operación de compra por tramos del cuarto accionista de referencia de Naturgy, tras GIP, CVC y Criteria Caixa, marca la estabilidad de la acción de la compañía, que se revaloriza un 4,8% en este 2023. Y, como informaba esta medio, también marcará las diferencias que existen en el propio consejo.
“La cotización de la acción de Naturgy se sustenta sobre las expectativas de que IFM siga comprando acciones de Naturgy en el mercado, junto con el sólido impulso de las ganancias impulsado por los altos precios del gas durante los dos últimos años y sumado a la estabilidad que le da mantenerse como una compañía verticalmente integrada sin su separación”, comentan los expertos de Barclays que sigue a la energética de Francisco Reynés.
Naturgy afronta tres “retos”
Barclays pone tres focos sobre la compañía. El primero es el momento en el que IFM alcance ese objetivo del 16,7%, que es la operación que mueve al alza la cotización de una empresa con un pequeño free float (acciones que no están controladas por accionistas de forma estable).
El segundo frente está sobre la evolución y posible estabilización de los precios del gas. “Creemos que el consenso de Bloomberg está sobreestimando las ganancias para 2024 y 25. Actualmente, estamos un 13% y un 10% por debajo de las respectivas previsiones de consenso, lo que sugiere una caída más rápida de los beneficios por la caída de los precios del gas”, explican los analistas.
El último “reto” es el empeño del consejo y el mandato de Reynés con el “Proyecto Géminis”, la separación del negocio regulado y el liberalizado de la compañía. “La reciente actualización estratégica vuelve a señalar la opción de dividir en dos empresas se suma a la falta de claridad en su visión estratégica, que parece estar impulsada más por intereses específicos de accionistas individuales. Creemos que la resiliencia demostrada de su modelo integrado verticalmente durante la crisis energética de 2021-22 no respalda esta opción”, destaca su informe.
Con todo esto, Barclays prevé Naturgy alcance en 2025 un resultado bruto de explotación (Ebitda) en 4.766 millones de euros y 1.485 millones de beneficio, que supone unas caídas moderadas frente a los grandes resultados de 2022 y 2023.
Una previsión que contrasta con las expectativas del consejo de superar los 5.000 millones de euros de EBITDA (resultado bruto de explotación) en 2025, con un beneficio neto de 1.800 millones, que superaría las cifras de 2022. Unas cifras que surgen de un consejo donde, de momento, IFM opina sólo con un representante.