La vida en un jueves cualquiera en Almaraz se concentra entre ‘El Portugal’ y el ‘El Nuevo Hogar’, los dos bares de la localidad extremeña separados por 100 metros. La afluencia de estos establecimientos se mueve en función de los cambios de turno de los trabajadores de la central nuclear, que está a dos kilómetros. “A partir de las dos tienes ambiente”, comenta con Vozpópuli un jubilado de la central. “Aunque aprovecha que les quedan dos telediarios”, aconseja mientras paga su café.
Esos ‘dos telediarios’ son algo menos de cuatro años. La central nuclear de Almaraz es la primera afectada por el acuerdo de 2019 entre el Gobierno y los dueños de las centrales, lideradas por Endesa e Iberdrola, que apaga todas las centrales nucleares de España en 2035. Sus trabajadores hablan de este año como “el punto de no retorno” porque todas las decisiones de compra de combustible y preparación para alargar su vida útil, más allá de los 40 años para los que estaba programada, tienen que estar antes de 2025. Si nada lo impide, el próximo año arranca su apagado que bloqueará el reactor número uno en 2027 y, el segundo, en 2028.
“Queremos que el Gobierno venga aquí y se informe. De esta manera será consciente del error que está cometiendo”, explica Juan Antonio Díaz Agraz, alcalde de Almaraz. Un alcalde del PSOE que no comparte la postura de “sus compañeros de Madrid” y que esta semana actúa como anfitrión en la reunión de la asamblea general de la Asociación de Municipios en Áreas de Centrales Nucleares y Almacenamiento de Residuos Nucleares (AMAC). “Se va a producir un desplome de recursos y una fuga de población en toda la región si no se frena este proceso, aquí he criado yo a mis hijos con total seguridad y prosperidad gracias a la central”, reivindica el alcalde.
Su trabajo ahora es preparar el pueblo para lo que viene después de 2028. Hasta entonces, los clientes habituales del ‘El Portugal’ y el ‘El Nuevo Hogar’ irán desapareciendo. Llegará alguna cara nueva para trabajar en el desmantelamiento de la central que compartirá café con ‘los de las placas’, pero la actividad de esta localidad de 1.800 habitantes se irá apagando lastrando a otras poblaciones del Campo de Arañuelo, la comarca que integra 20 municipios con más de 37.000 habitantes.
“Esto ya lo he vivido yo”, explica un gaditano al fondo de la barra que Almaraz buscando trabajo industrial. “Mi tierra era uno de los referentes industriales de España. Pero entre los gobiernos, las empresas y la falta de lucha de los trabajadores se cerró todo. Ahora en Cádiz da gracias si te deja llevar la bandeja para arriba y para abajo para el turismo cobrando ‘dos duros’ o en el paro”, añade. “Aquí fíjate en el parking y dime cuántos coches malos ves (la gran mayoría de alta gama), pues eso genera el trabajo industrial. La central hace que sus habitantes no paguen casi impuestos, no paguen luz, reciba su cesta en Navidad y, siendo 1.800 habitantes, te viene Loquillo a cantar en las fiestas. ¿Te extraña que cada pueblo de Extremadura no le tenga envidia a Almaraz?”, defiende este trabajador que disfruta del día libre en ‘El Portugal’.
Almaraz maneja un presupuesto anual de cerca de 10 millones de euros, con 1.800 habitantes, frente a otras localidades como Navalmoral de la Mata, el pueblo más grande del Campo de Arañuelo con 17.000 habitantes, con 16 millones. Los cálculos de AMAC apuntan a que el cierre de la Central Nuclear de Almaraz provocaría un descenso del 36% de la población activa de la zona, así como una caída del 60% en los ingresos de los ayuntamientos de los municipios de la zona de influencia.
“Estamos trabajando para proteger a los trabajadores como se hizo con el cierre del carbón”, comenta Javier Cenalmor, delegado de Comisiones Obreras en Almaraz. “Las empresas no hablan en estos momentos de recolocaciones ni del futuro de los trabajadores. Pero nosotros estamos poniendo ese debate encima de la mesa porque asumimos que el cierre va a llegar, puede haber un milagro y que se demore 5 años más, pero el cierre va a llegar y se debe dar certidumbre a las miles de familias que dependen de esta central”, añade este trabajador de Almaraz.
¿Hay futuro tras el cierre nuclear?
La esperanza, tras el cierre, está en la fábrica de baterías que el gigante chino Envision tiene proyectado en Navalmoral de la Mata, a 20 kilómetros de la central. Un proyecto que promete 3.000 empleos industriales y que espera estar en marcha el próximo año. “Yo hasta que no lo vea, no lo creo”, asegura uno de los trabajadores que acude a comer el menú del día al Nuevo Hogar. “Menudo ambientazo hay hoy, espero que esto sirva para que se den cuenta del error que se comete cerrando la central”, añade.
Ese ‘ambientazo’ lo están creando Guillem Sanchis y Marc Altés, los dos fundadores de 'Econucleares' que viajan por España defendiendo esta tecnología desde la ciencia y el ecologismo. Estos dos ingenieros nucleares han desplegado una pancarta gigante en el pueblo con toda la simbología del ecologismo convencional pero donde se puede leer claramente ‘NO AL CIERRE NUCLEAR’, un eslogan que sube los ánimos en el cambio de turno.
“Estamos a tiempo”, reivindica Guillem Sanchis. “No hay ninguna razón técnica ni científica que sostenga el plan de cierre de las centrales”, apunta Marc Altés. Ambos animan a los alcaldes reunidos en AMAC a mantener esta reinvindicación y que se sepa que “cerrar las nucleares no es popular y no sale gratis”.
Todos están de acuerdo en mantener ‘la lucha’ hasta el final, pero en privado reconocen que el Gobierno y los dueños de las nucleares no van a dar su brazo a torcer en este plan. “Ambos tienen sus intereses, por mucho que de cara a la galería defiendan extender la vida útil”, comenta en confianza uno de los alcaldes. “Aquí en Almaraz han sentenciado a 2.000 familias y buscarán hacer tanto negocio como estrategias electoralistas en otro sitio”, concluye.
AALICANTINA
La Central Nuclear de Almaraz, ha parado su módulo uno, porque no es necesario de momento. Hoy vamos a tener 18 horas de luz, a coste Cero y cuatro horas, al 3,5€/kw. Se tendrán que ir buscando alternativas para lo trabajadores, para cuando llegue el día del cierre definitivo, que llegará..
Norberto
La fotovoltaica no rinde de noche y la eólica no rinde sin viento. La energía de respaldo ideal es la nuclear. Y además mantenemos una industria que puede evolucionar a mejor en el futuro y tenemos minas de Uranio.
Biochar
Hay que manifestar toda la simpatía hacia los trabajadores cuyos puestos están en riesgo. Pero también hay que buscar una imagen fiel de la situación. Almaraz tiene 1 GW, el sector nuclear en España, unos 7 GW. Si da salarios para vivir a 2000 familias, esos 7 GW no son competitivos, la energía es barata porque no requiere mucha mano de obra. Una capacidad fotovoltaica mucho mayor respaldada con bombeos no necesita ni la cuarta parte de personal para operación y mantenimiento y no lleva aparejados costes de tratamiento de residuos al cerrar. Lo que hace falta es un sector eléctrico que contribuya a la economía y la reindustrialización, sin ataduras ideológicas. Cáceres tiene condiciones excepcionales para la fotovoltaica y la hidroeléctrica de bombeo, hay que mirar al futuro y por supuesto, favorecer el reciclaje de los trabajadores y de todo el sector auxiliar, pero no anclarse al pasado intentando salvar a toda costa una tecnología que tuvo su momento pero no mantiene el paso de los nuevos desarrollos.
DDT
Nos llevan a la ruina, un país con la energía cara es un país pobre.
maripepa
Ayuso tenía que haberse ido junto con Casado. Es demasiado populista y solo vende humo.
Palacheca
Luego llegará el PP a la Moncloa y "Pasará Página" con tal de no ofender al rojerio reinante. Que desgracia que PP/PSOE hayan acabado con VOX.