Policía y Guardia Civil trabajan en las últimas horas para 'blindar' los camiones de alimentación con el objetivo de impedir el desabastecimiento en los supermercados, cuatro días después de que comenzara la huelga de transportes convocada por la Plataforma en Defensa del Transporte por Carretera. El Ministerio de Interior, coordinado con el de Transportes y el de Agricultura, Pesca y Alimentación, ha destinado a cerca de 24.000 efectivos en las carreteras españolas para tratar de que los camiones puedan llegar a su destino.
Se trata de un dispositivo compuesto por 16.476 efectivos de la Guardia Civil y 7.122 de Policía Nacional que se ha puesto en marcha tras la proliferación de piquetes y ataques a los transportistas en todos los puntos del país. Según fuentes de Interior, se trata de "asegurar convoyes de transportistas de bienes de primera necesidad, patrullar y dotar de seguridad a las plataformas logísticas por toda España, actuar en todo los puntos de la red vial donde se producen incidentes y actuando e identificando a todos los piqueteros que participan en actos ilícitos".
Desde este miércoles, la labor del dispositivo está consistiendo en escoltar convoyes a la salida y entrada de puertos como Algeciras y realizar "labores de prevención" en áreas de servicio, donde descansan los camiones, para evitar ataques a los mismos.
El gran consumo y la alimentación piden protección
La respuesta del Gobierno se produce pocas horas después de que todo el sector del gran consumo, representado por las patronales Fiab, Aecoc, Asedas, Aces y Anged, reclamaran al Ejecutivo protección "frente a los piquetes que están actuando de manera violenta e ilegal" con motivo de la huelga de transportes. "Estas actuaciones descontroladas están generando graves desperfectos en distintos puntos de España, impidiendo el normal funcionamiento de la cadena alimentaria y generando problemas de abastecimiento, tanto de materias primas como de otros suministros auxiliares necesarios para la producción", explican desde la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (Fiab).
Se trata de una obstáculo al transporte que está siendo especialmente dañino en pescados, frescos, y en la industria láctica, por ser alimentos perecederos. Según Aecoc, las coacciones a los transportistas no adheridos al paro "están siendo especialmente violentas en Galicia, en el norte de España y en Andalucía, dificultando el reparto de pescado a todo el país".
"Desde el inicio del paro el pasado lunes, hay cientos de toneladas de pescado que han quedado bloqueadas en puertos y lonjas. Especialmente preocupante es la situación en Galicia donde los buques de altura están descargando sus capturas en los puertos y ahora no pueden redistribuir una mercancía destinada al conjunto del país. En el caso de Andalucía, la flota de bajura se ha visto obligada a amarrar los buques en muchos puertos pesqueros al no tener garantizada la venta de las capturas diarias", comentan desde el Comité de Productos del Mar de la asociación, que representa a 30.000 empresas de fabricantes y distribuidores.
“Entendemos las reivindicaciones de los transportistas adheridos al paro del sector, pero las acciones de los piquetes están poniendo en riesgo la integridad de los profesionales y la venta de pescado en muchas lonjas españolas. No es tolerable que sus acciones perjudiquen a un sector esencial y estratégico como el pesquero”, explicaba este jueves el presidente del Comité de Productos del Mar de AECOC, Eduardo Míguez.
No son, sin embargo, los únicos sectores afectados. "Las limitaciones a la libre circulación de vehículos afecta también a la entrada y salida de todos los ingredientes y derivados de los centros productoras de cerveza, como puede ser el bagazo (resto del filtrado del cereal empleado en su elaboración), que se usa como pienso animal", explican desde Cerveceros de España, que recalcan que estos hechos "pueden tener un gran impacto en el suministro de esta bebida, tanto en el canal de distribución como en los establecimientos de hostelería".
