Economía

Europa quiere acaparar el 20% de la producción mundial de chips en 2030

Cuando todavía no se habían superado los efectos de la pandemia con el obligado cierre de casi todas las fábricas europeas de automóviles y los desajustes en la producción, llegó

  • Un microchip.

Cuando todavía no se habían superado los efectos de la pandemia con el obligado cierre de casi todas las fábricas europeas de automóviles y los desajustes en la producción, llegó hace meses un nuevo problema: la falta de chips o semiconductores que han obligado de nuevo a parar temporalmente muchas factorías. Un duro revés, sobre todo, para las plantas europeas, cuya dependencia de los fabricantes asiáticos de chips es casi total.

Europa quiere por ello potenciar la construcción de fábricas de chips para minimizar esa dependencia, que está obligando a constantes ajustes en las plantas y a dejar de producir este año miles de unidades. Si Bosch ya anunció meses atrás su intención de montar una fábrica de semiconductores en suelo europeo, ahora es Intel quien planea construir "al menos" dos nuevas plantas de chips en Europa con inversiones que podrían alcanzar los 80.000 millones de euros durante la próxima década, según han informado fuentes de la compañía.

Intel se está asociando con los principales actores del sector de la automoción y está destinando importantes recursos en Europa para ayudar a impulsar la transición de fabricación de chips con una tecnología tradicional a una más avanzada.

La información la ha avanzado su consejero delegado, Pat Gelsinger, en su discurso inaugural en el Salón del Automóvil de Munich, y ha sido complementada por Eamonn Sinnott, vicepresidente de fabricación y operaciones de Intel y director general de Intel Irlanda, quien ha precisado que estos 80.000 millones en Europa de inversión prevista son adicionales a los 5.500 millones previstos en Irlanda, según fuentes de Intel.

Un mercado de casi 100.000 millones

Y es que el mercado de silicio para la automoción se duplicará a finales de la década hasta alcanzar casi los 100.000 millones de euros, aproximadamente el 11% de lo que supone todo el mercado del silicio, según la compañía. Para hacer frente a esta creciente demanda, Intel tiene previsto construir nuevas instalaciones de fábricas de chips en Europa, apostar por su fábrica de Irlanda y lanzar una división, llamada "Intel Foundry Services Accelerator", que servirá para ayudar a sus clientes a la transición de diseños de chips de automoción tradicionales a unos nodos más avanzados.

Las instalaciones de Intel en Europa contribuirán a que las cadenas de suministro sean más resistentes y al objetivo de la Unión Europea de duplicar su participación en la fabricación mundial de chips, del 9 % al 20% para 2030.

Según datos de la Asociación Europea de Proveedores de Automoción a los que alude el directivo de Intel en Irlanda, la industria de la automoción es responsable del 37% de la demanda de semiconductores en Europa, en comparación con una cuota de demanda global del 10%, según fuentes de Intel.

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